"No hay enfermos de ébola que necesiten pasar por un tratamiento ni sospechosos de estar contagiados", comunicó la OMS citada por Reuters.
El último paciente de ébola fue dado de alta en un hospital maliense la semana pasada. El lunes terminó la cuarentena de 21 días que tuvieron que cumplir las personas que contactaron con los infectados.
El primer ministro del país declaró que las autoridades seguirían atentamente la propagación de este mal en el continente y tomarían nuevas medidas de prevención.
Malí llegó a ser el sexto Estado de África Occidental en el que se produjo un brote de esta fiebre después de que una niña de dos años procedente de Guinea se muriera en octubre pasado. Después se registraron 8 casos de contagio.
Según datos de la OMS del 15 de diciembre, en Guinea, Liberia y Sierra Leona se infectaron de ébola 18.464 personas, 6.841 de ellas murieron.
La fiebre hemorrágica del ébola es una enfermedad mortal que se propaga por contacto directo con los líquidos y los objetos de uso personal del infectado.
No existen un tratamiento específico ni una vacuna eficaz. Tras el brote de comienzos del año en curso, EEUU, Japón y Canadá anunciaron estar elaborando unos fármacos prometedores.
La OMS ha reconocido que es ético usar también medicamentos experimentales para tratar este mal.