Una cooperante navarra de la organización Médicos sin Fronteras MSF acaba de llegar a Madrid procedente de Malí para ser tratada de un posible contagio del virus del Ébola.
La médico se pinchó accidentalmente con una aguja hipodérmica cuando estaba poniendo una inyección a un infectado de ébola.
Fernando Simón, portavoz del comité de expertos creado por el Gobierno a mediados de octubre para gestionar la primera crisis de esta infección, explicó ayer por la noche en una rueda de prensa que la posibilidad de infección "es relativamente alta".
La joven medica, que no presenta ningún síntoma, permanecerá en observación en el hospital Carlos III de Madrid, centro de referencia en España, donde estuvo también ingresada un mes Teresa Romero, la primera persona en contagiarse de ébola fuera de África.
Simón agregó que la voluntaria "no tiene ningún síntoma y hasta dentro de dos días no tiene ninguna posibilidad de desarrollarlos", por lo que no representa ningún peligro, ya que no ahora no es una "persona de riesgo".
"Si todo fuera bien, permanecerá 21 días en observación", indicó Simón.
Esta médica, que ha pedido expresamente preservar su anonimato, se convierte en la tercera cooperante en ser evacuada a España a causa del ébola.
Los misioneros Miguel Pajares, que trabajaba en Liberia, y Manuel García Viejo, en Sierra Leona, llegaron ya muy graves a Madrid. Los dos religiosos fallecieron en el hospital Carlos III a causa de la enfermedad.
Romero, auxiliar de enfermería que se podría haber contagiado al cuidar a los misioneros, abandonó el hospital el pasado 5 de noviembre una vez superada totalmente la enfermedad.
La joven cooperante de Médicos sin Fronteras se encontraba trabajando en Bamako, la capital de Malí, uno de los lugares de mayor incidencia del virus, donde se contabilizan 413 pacientes.
Más de 5.000 personas han fallecido ya en África a causa de esta infección.
