Un nuevo hallazgo de restos humanos cerca de la ciudad de Iguala, Guerrero, en el sur de México, donde hace un mes fueron secuestrados y permanecen desaparecidos 43 estudiantes, ha sido confirmado este martes por la Procuraduría General de la República (PGR).
"Los forenses trabajan en unas fosas con cuerpos en el municipio de Cocula", un municipio vecino de Iguala, dijo a la agencia RIA Nóvosti un portavoz de la PGR ( fiscalía federal).
En el nuevo hallazgo también colaboran expertos del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), quienes trabajan en el análisis de cuerpos hallados a pedido de los familiares, agrego el funcionario de la PGR, quien pidió reserva de su nombre mientras transcurre el rescate de los restos.
Los nuevos restos fueron encontrados en un basurero municipal localizado en un cerro de Cocula, vecino de Iguala (200 km al suroeste) confirmó la fuente de la PGR, consultada vía telefónica.
La información había sido divulgada por la prensa mexicana poco después de que el Procurador General, Jesús Murillo, anunció la tarde del lunes la captura de cuatro narcotraficantes del cartel Guerreros Unidos, que participaron de los secuestros junto con policías municipales.
Los cuerpos, cuya cantidad se ignora todavía, se suman a 30 cadáveres enterrados en una docena de fosas, según las autoridades –60 fosas de acuerdo con organismos humanitarios– hallados hasta la fecha, aún sin conexión con las desapariciones, mientras se esperan los dictámenes forenses en 15 días más.
Forenses federales auxiliados por el EAAF –que colaboran en las investigaciones a pedido de los familiares– trabajan desde la tarde del lunes en lugar agreste, en el norte de Guerrero, en una zona acordonada por las Fuerzas Armadas y policías federales, apoyadas por seis helicópteros.
EAAF es una organización humanitaria fundada en 1984 para investigar la suerte de 9 mil desaparecidos en Argentina bajo la dictadura militar (1976-1983), y ahora investiga masacres en América Latina, Medio Oriente y África.
La prensa ha sido impedida de acercarse al lugar, al cual se acede por un camino de terracería a unos 5 km del centro de Cocula.
La investigación oficial, basada en la detención de 56 acusados, indica que la noche del 26 de septiembre un grupo de 80 estudiantes de la Escuela Normal de maestros rurales de Ayotzinapan fueron atacados por policías municipales de Iguala, aliados con narcotraficantes, con saldo de seis muertos, 20 heridos y 43 desaparecidos.
Las confesiones indican que la policía de Iguala, por orden del alcalde prófugo de José Luis Abarca, entregó a los secuestrados a policías de Cocula y narcotraficantes, que desaparecieron a los jóvenes hasta la fecha.
El procurador general de México, Jesús Murillo, anunció el lunes que se detuvo a cuatro nuevos acusados policiales y narcotraficantes.
Son "las primeras detenciones de quienes han confesado haber participado en la desapariciones y destino" de los secuestrados, lo que eleva a 56 la cantidad de arrestos, dijo Murillo, pero no mencionó el hallazgo de cuerpos.
Las autoridades de México y los familiares de 43 estudiantes desaparecidos han acordado esperar el dictamen de forenses argentinos, en 15 días más.
El sacerdote Alejandro Solalinde se disculpó este martes por haber divulgado información basada en testimonios, según los cuales los 43 estudiantes han sido asesinados, enterrados y algunos "quemados vivos".
El religioso católico reconoce que haber publicado estos testimonios, ofrecidos por primera vez a la agencia RIA Nóvosti y el diario Der Standard de Viena, "fue una determinación que tomé a conciencia y por la que ahora pido una disculpa a los familiares por haberme anticipado a su voluntad".
Los peritos argentinos han prometido entregar en dos semanas más los análisis de los primeros restos, dijo a RIA Nóvosti Abel Barrera, asesor jurídico de los familiares.
Un mes de sobresaltos y hallazgos macabros ha puesto a prueba las resistencias psicológicas y morales de todos. "Los padres llegan a la desesperación, y ya no quieren saber nada de nada. Lo que se publica en los medios, detenciones, fosas con cuerpos encontrados, declaraciones terribles. Es la parte muerta de ellos (…) es el infierno", dice el líder humanitario.
