Helicópteros de la Royal Air Force han intervenido en la operación de salida del último remanente de tropas aliadas de Camp Bastion, la principal base británica en Afganistán. El repliegue de soldados se ha llevado a cabo horas después del traspaso del control de la seguridad al Ejército de Afganistán, que marcó ayer el fin oficial de la misión de combate de Reino Unido en el país.
La movilización de unos 950 operativos británicos y estadounidenses activos hasta el domingo en Camp Bastion ha comenzado este amanecer bajo las más estrictas medidas de seguridad por temor a un ataque de milicias talibanes.
Según la mayoría de medios británicos, los oficiales afganos solo fueron informados de la evacuación de esta base militar de la provincia de Helmand una vez que la secreta misión estaba a punto de comenzar.
El contingente de tropas británicas fue trasladado en helicópteros Chinnok a la base estadounidense de Kandahar. La fecha de su retorno a Reino Unido no se ha dado a conocer aunque está prevista antes de final de año.
Ubicada cerca de la capital de Helmand, Camp Bastion se levantó como centro de las operaciones británicas en 2006, cinco años después de su despliegue a Afganistán. En su momento álgido llegó a acoger a 20.000 tropas aliadas, incluido el príncipe Enrique, aunque en los últimos días parecía un "campamento fantasma", de acuerdo con los periodistas que han cubierto la evacuación.
El nieto de la Reina Isabel se alojó cuatro meses en la acorazada base, a partir de septiembre 2012, en su capacidad como co-piloto de aviones de combate Apache. Fue un oficial más en una guerra en que Reino Unido ha perdido 453 hombres y mujeres.
El ministro de Defensa, Michael Fallon, ha reconocido fallos en la misión británica: "Hubo errores militares y los políticos cometieron errores… Hemos aprendido muchísimo en la campaña".
