El primer ministro de la autoproclamada República Popular de Lugansk (RPL), Ígor Plótnitski, dijo que en la reunión de Minsk se trazó la frontera "política" de Donbás.
"Se firmó un acuerdo sobre una zona de seguridad de 30 kilómetros (…). Se trata en esencia de una frontera política. ¿Por qué política? Porque nunca aceptaremos que la frontera de nuestra república pase por un territorio ocupado", declaró.
Kiev y los independentistas acordaron crear una zona de seguridad de 30 kilómetros de ancho, retirar sus piezas artillería de calibre superior a 100 mm a una distancia de 15 kilómetros a contar desde la línea de contacto y desactivar las minas instaladas con anterioridad en esa zona.
Las partes sostienen negociaciones en Minsk con mediación de Rusia y la OSCE. El 5 de septiembre acordaron respetar la tregua y coordinaron varios asuntos sobre el estatus de Donbás y el 19 de septiembre redactaron un memorando de nueve puntos sobre su realización.
Plótnitski señaló asimismo que al proponer un estatus especial a varios distritos de Donbás, Kiev de hecho reconoce su independencia. "Que lo llamen ‘estatus especial’, pero si en nuestra región no rigen las leyes de Ucrania, es de hecho el reconocimiento de nuestra independencia, pero en forma algo encubierta", dijo.
El líder independentista informó que la RPL celebrará las elecciones de sus autoridades en noviembre próximo, pero descarta organizar en su territorio las de la Rada Suprema (Parlamento ucraniano).
Las partes acordaron asimismo intercambiar prisioneros.
Según Plótnitski, los militares entregan a milicianos apresados en estado mucho peor que el de los cautivos que los independentistas entregan a ellos.
“Nosotros alimentamos y prestamos asistencia médica a los militares hechos prisioneros. Pero nuestros compañeros llegan golpeados y hasta heridos, sin recibir siquiera los primeros auxilios médicos”, denunció.