La fiscalía británica ha dado marcha atrás en el dramático caso de un pequeño de cinco años que sus padres sacaron del hospital donde le trataban de un tumor en la cabeza.
Brett y Naghemeh King fueron detenidos en España en virtud de una Orden Europea de arresto y entrega que les acusaba de presunta negligencia y crueldad. La autoridad fiscal de Inglaterra revocó esta tarde la persecución y solicitó el reencuentro de la familia.
Los King seguían anoche en una prisión a las afueras de Madrid, a la espera de la tramitación oficial de su liberación. Llevan tres días separados de su hijo Ashya, quien fue ingresado en un hospital de Málaga cuando la policía dio el alto a la familia. Ha estado en constante protección policial y solo le ha podido visitar un hermano de los seis que viajaron con los padres desde Inglaterra a Francia y, finalmente, a la Costa del Sol.
“Es importante que este pequeño reciba tratamiento y el amor de su familia”, ha señalado el primer ministro David Cameron, haciéndose eco de la opinión del número dos en el gobierno de coalición, Nick Clegg.
El titular de Sanidad, Jeremy Hunt, ha lamentado “los malentendidos” y la “muy desafortunada” posición en que se ha visto el matrimonio King. El Ministerio ha enviado a un especialista en cáncer a España para que les asesore, desde una perspectiva independiente, sobre las opciones de tratamiento para el pequeño.
El hospital de Southampton, donde Ashya estaba interno, ha comenzado a revisar la actuación del equipo médico y la relación con la familia. Los padres perdieron la confianza cuando les negaron un tratamiento con protones que pedían para su pequeño.
Este servicio lo ofrece una clínica privada de Praga, adonde los King pensaban dirigirse con su hijo. Y, según protesta la familia en Inglaterra, padres e hijos viajaron hasta la Costa del Sol para sellar la venta de un apartamento que tienen allí. Es probable que ya no necesiten ese dinero. En pocas horas se han recolectado más de 20.000 libras para costear el nuevo tratamiento contra el tumor que está a punto de matar al pequeño Ashya.
