Más de 130 propietarios y directivos de empresas escocesas se han declarado en contra de la independencia en una carta remitida al diario The Scotsman.
Los firmantes representan a la mayoría de sectores económicos e incluyen destacados ejecutivos como Keith Cochrane, del Weir Group de ingeniería o Ian P. Bankier, presidente de la destilería Glenkeir Whiskies.
La misiva es corta y el mensaje directo. De acuerdo con los empresarios, la propuesta independista no se sostiene desde la perspectiva de los negocios. “La incertidumbre rodea un número de cuestiones vitales, incluidas la moneda, las normativas, la fiscalidad, las pensiones, la pertenencia a la Unión Europea y el apoyo a nuestras exportaciones”, señalan los líderes empresariales. Y resaltan a continuación: “la incertidumbre es mala para los negocios”.
El conjunto de compañías incluidas en el escrito –desde el banco HSBC, a la multinacional en explotaciones mineras BHP Billiton, o los fabricantes de la famosa tela escocesa Harris Tweed Hebrides– dan empleo a unas 50.000 personas en Escocia.
Los firmantes no sugieren que estos trabajos corren inminente peligro en un escenario post-independencia, pero remarcan la interdependencia económica entre las naciones integrantes de Reino Unido: Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte, además de Escocia. “El resto del Reino Unido es nuestro principal mercado”, recuerdan.
La reacción del bando contrario no se ha hecho esperar. Business for Scotland recalcó el mensaje favorable a la independencia que defienden sus más de 2.500 afiliados, pymes en su gran mayoría y destacados ejecutivos escoceses.
“Nuestros miembros gestionan empresas en Escocia, contratan empleados en toda la nación y en diversas industrias y todos creen que la independencia beneficiará los intereses de Escocia y de los negocios escoceses”, reitera la organización en un comunicado.
