La Comisión Europea considera a Ucrania un intermediario fiable a la hora de trasegar el gas ruso a la UE, dijo a Nóvosti el vicepresidente de la Comisión Europea, Günther Oettinger, encargado de Energía.
“Confiamos en que Ucrania es un socio estable en el ámbito del tránsito de gas y no se cortarán los suministros como ocurría antes. Vemos el interés de Ucrania por continuar el trasiego del combustible. Seguimos trabajando sobre este tema”, dijo el funcionario tras una conversación telefónica entre los representantes de la Comisión Europea y el Ministerio de Energía de Ucrania.
Las partes sostienen etas consultas dos o tres veces a la semana.
Según apuntó Oettinger, todavía no se acordó ningún encuentro para abordar el tema del tránsito del gas a la UE.
“Actualmente la comunicación se lleva a cabo a través de las conferencias telefónicas”, señaló.
Indicó que si se cortan los suministros del gas y las empresas europeas deciden comprarlo en la frontera ruso-ucraniana, entonces tendrán que negociar con la rusa Gazprom, lo que está fuera de la jurisdicción de la Comisión Europea; se requerirá modificar los respectivos acuerdos comerciales, destacó.
El Parlamento de Ucrania aprobó este jueves una ley que permite imponer sanciones a Rusia u otros países, incluida la suspensión del transporte de recursos energéticos. La normativa establece un marco legal para imponer sobre países, personas físicas y entidades extranjeras "especiales medidas económicas y otras restricciones con el fin de proteger los intereses nacionales, la seguridad, la soberanía y la integridad territorial de Ucrania".
Desde mediados de junio Gazprom no suministra gas a Ucrania por deuda morosa pero sigue enviándolo a los países europeos a través del territorio ucraniano. Ahora los consumidores de Europa se convierten en propietarios del hidrocarburo una vez que atraviese su frontera.
Ucrania lleva muchos años insistiendo en que los puntos de entrega deben situarse en la frontera con Rusia a fin de garantizarse el flujo inverso del gas aunque para ello se deberían introducir cambios en los acuerdos que Gazpom firmó con los europeos y no con Naftogaz. Además, para la empresa rusa esas modificaciones equivaldrían a dejar de controlar los flujos de gas en Europa y perder varios millones de euros a causa de la cancelación de los contratos de tránsito a través de Eslovaquia, Hungría, Rumania y Bulgaria.
