La Hacienda española insiste en llevar al crack argentino del Barça Leo Messi al banquillo de los acusados por defraudar 4,1 millones de euros al fisco entre el 2007 y el 2009.
La Fiscalía de Barcelona pidió hace unos días, sin embargo, que se exculpara al delantero y solo siguiera adelante contra su padre, Jorge Horacio Messi.
La Abogacía del Estado ha entregado al juez un escrito en el que se requiere que continúe el proceso contra Messi, al considerar que tiene responsabilidad penal y, por lo tanto, debe ser juzgado.
El astro argentino había depositado al inicio de la investigación más de cinco millones de euros para pagar la deuda reclamada por el fisco español de 4.186.003 euros. También regularizó su situación ante la Agencia Tributaria respecto a años posteriores, desembolsando otra cantidad millonaria.
En junio del 2013 los abogados de Messi y de su padre empezaron, tras la presentación de la querella por parte de la Fiscalía de Barcelona, negociaciones con la Agencia Tributaria para llegar a un acuerdo y saldar la deuda.
El pacto parecía avanzar, pero, a última hora, la Abogacía del Estado ha tomado la decisión de pedir que se mantenga la imputación del jugador del Barça. Ante la diferencia de criterios entre la fiscalía y la Abogacía del Estado, será el juzgado quien decidirá qué pasará con el futbolista.
“De la plata se ocupa mi papá y yo confío en él” dijo Messi el año pasado. La fiscala de delitos económicos de Barcelona, Raquel Amado, que se encarga del caso, esgrime esta frase para solicitar el archivo del proceso contra el delantero azulgrana.
En su declaración ante el juez, Messi padre admitió ser él quien, asesorado por especialistas contratados, había controlado en todo momento la gestión económica de los derechos de imagen de su hijo y quien había tomado las decisiones sobre la canalización de los ingresos derivados de su explotación.
El progenitor del delantero aseguró que su hijo se limitaba a seguir sus indicaciones cuando se necesitaba su firma. El jugador confirmó este hecho.
En la querella, la fiscalía exponía que Messi y su padre habían simulado la cesión de los derechos de imagen del jugador a empresas ubicadas en paraísos fiscales. Del 2007 al 2009, el periodo investigado, el delantero ingresó 10,1 millones procedentes de grandes empresas por la explotación comercial de su imagen. Messi debería haber pagado de impuestos los 4,1 millones reclamados.
La fiscalía consideraba entonces que la iniciativa partió del padre, pero que Messi la ratificó años después, al cumplir la mayoría de edad.
