El acuerdo firmado hoy entre Rusia, Bielorrusia y Kazajstán sobre la creación de la Unión Económica Euroasiática no influirá en sus economías a corto plazo pero beneficiará a los países en un futuro más lejano, estiman los expertos.
El documento entrará en vigor el 1 de enero de 2015.
Alexandr Shirov, subdirector del Instituto de Previsiones Económicas de la Academia rusa de Ciencias está convencido de que el objetivo de la organización consistirá en “formar una política común en el ámbito de la industria, la economía y, probablemente, las finanzas y concentrar los recursos de los que disponen los tres países en las esferas más prometedoras para su desarrollo”.
El experto destacó que la integración de Rusia, Bielorrusia y Kazajstán se está llevando a cabo desde hace unos años, por lo tanto la creación de la unión no supone cambios bruscos.
“Implementamos la primera fase de la eliminación de las barreras comerciales entre 2011 y 2012. En aquel momento produjo un brusco crecimiento de los volúmenes del intercambio comercial. La reacción momentánea ya ha cesado y ahora producirá efecto el alineamiento del nivel de desarrollo económico de los países”, dijo Shirov.
Indicó que Bielorrusia será el país que más ganará con la unión y Rusia, el que menos.
“Sin embargo, para Rusia también es importante, ya que permitirá usar nuestros recursos de manera más racional, usar el potencial de los dos otros países y crear un sistema económico más estable entre los tres”, agregó.
Tampoco espera rápidos resultados Alexandr Luchenok, del Instituto de Economía de la Academia Nacional de Bielorrusia.
“Podríamos decir que el acuerdo forma una parte importante del proceso de integración de nuestros países y no cabe esperar que su firma y entrada en vigor el año que viene cambien radicalmente las relaciones entre nuestros países”, indicó.
