El Vaticano canonizó hoy como santos a dos de sus papas más recientes, Juan XXIII y Juan Pablo II, en una ceremonia multitudinaria y con asistencia de decenas de jefes de Estado y de Gobierno.
“Declaramos santos y beatos a Juan XXIII y Juan Pablo II, les canonizamos y planteamos que sean honrados como santos en cada iglesia”, dijo el papa Francisco en latín.
Unas 800 mil personas asistieron al acto, según informó el servicio de prensa del Vaticano.
Entre los invitados especiales estaban 24 jefes de Estado y 10 de Gobierno.
"Quinientas mil personas estaban en la plaza de San Pedro y en la cerzana calle Via della Conciliazione. Otras 300 mil personas siguieron la ceremonia en varios barrios de Roma a través de 17 pantallas gigantes", dijo un portavoz del Vaticano, según la agencia France Presse.
La solemne ceremonia que llevó a Roma y a la Ciudad del Vaticano cientos de miles de peregrinos, turistas y delegaciones oficiales, es el punto final de un reglado proceso de canonización de los dos pontífices cuyas actividades en el trono papal ejercieron mucha influencia sobre la vida de la Iglesia.
La ceremonia se transmitió en directo en redes sociales y fue asistida por dos pontífices que están entre los vivos, Francisco, papa actual de la Iglesia Católica, y su antecesor, el papa emérito Benedicto XVI, que ya el pasdo 16 de abril cumplió 87 años.
Roma asumió los gastos relacionados con ese evento y las fuerzas del orden de Italia se encargaron de garantizar la seguridad.
