Los expertos y legisladores rusos consideran políticamente motivadas e infundadas las afirmaciones de Washington de que Moscú no proporcionó todos los datos que tenía sobre el sospechoso del atentado en el maratón de Boston, Tamerlán Tsarnaev, a los servicios secretos de EEUU.
Anteriormente, el diario The New York Times comunicó que una investigación interna realizada por varias agencias de seguridad estadounidenses “exoneró en gran medida” al FBI de su fracaso en prevenir el atentado de Boston, que causó tres muertos y más de 250 heridos el 15 de abril de 2013.
Al mismo tiempo, el informe atribuye la culpa a los servicios de seguridad rusos por haber proporcionado datos insuficientes sobre Tamerlán Tsarnaev, uno de los sospechosos y de origen ruso, que falleció pocos días después del ataque en un tiroteo con la policía.
Según el presidente de la Comisión de Seguridad y Defensa del Senado ruso, Víctor Ozerov, el documento representa una provocación que amenaza con torpedear la cooperación entre las fuerzas de seguridad de Rusia y EEUU.
“Esta investigación es una clara provocación para hacer pagar a justos por pecadores”, dijo Ozerov en declaraciones a esta agencia al señalar que las fuerzas del orden rusas proporcionaron a Washington toda la información que tenían sobre el atentado de Boston “en aras de contribuir, como lo han hecho siempre, a la cooperación bi y multilateral”.
El parlamentario ruso Ígor Bárinov, ex agente del Servicio Federal de Seguridad (FSB) y miembro del partido oficialista Rusia Unida, opina por su parte que es lógico que nadie quiera “asumir la responsabilidad por la horrible tragedia” que ocurrió en Boston y por tanto “haya intentos de echar la culpa a otros”.
Comentó además que en EEUU existen problemas de coordinación entre diversas agencias de seguridad y por consiguiente “la información no se aprovecha” de manera eficaz.
“Los Tsarnaev llevaban mucho tiempo en EEUU. Si establecieron algunos vínculos con grupos extremistas o terroristas, fue en el territorio estadounidense. Nuestros servicios secretos proporcionaron a los estadounidenses toda la información que tenían”, añadió.
El redactor jefe de la revista rusa “Defensa Nacional”, Ígor Korótchenko, comentó a su vez que las acusaciones contra Rusia en lo relativo al atentado de Boston están políticamente motivadas.
“Creo que el FBI decidió contribuir a la histeria antirrusa que se observa actualmente en EEUU por la situación en Ucrania. Sus declaraciones tienen un carácter puramente político”, dijo Korótchenko a Nóvosti.
Declaró también que en su opinión la cooperación antiterrorista con EEUU es una de las prioridades para el FSB ruso aunque hay datos que no puede compartir para proteger a sus fuentes y agentes implantados en los grupos extremistas y separatistas del Cáucaso.
