La presidenta del gobernante Partido Popular en la capital española, Esperanza Aguirre, acusó de «mentir», «prepotencia y machismo», así como «retención ilegal» a los policías municipales que la multaron por infringir las reglas de tráfico.
De acuerdo a su versión de los hechos, que Aguirre compartió con diversos medios españoles, «nada de lo que dice el parte» de su multa y posterior fuga del lugar de los hechos es verdad.
No obstante, la líder del PP de Madrid admitió que sí se había detenido en el carril bus, obstruyéndolo mientras sacaba dinero en un cajero automático, así como el hecho de haber marchado del lugar «porque tenía prisa» pese a que el agente no le permitía retirarse, y también haber arrollado de paso la moto de uno de los agentes.
Arturo González, de Público.es, escribió hoy que «en cualquier país serio, por muy tópico que sea decirlo, acarrearía el hundimiento definitivo del personaje afectado y causaría un daño importante al Partido que lo sustente». «Nada de eso ocurrirá aquí", añadió.
"Ello demuestra qué clase de políticos tenemos; es la versión fina y aristocrática del nuevo señoritismo español", puntualizó.
