La administración estadounidense propondrá al Congreso revisar las actuales prácticas de amplia recopilación de registros telefónicos a nivel nacional por los servicios secretos, informó una fuente de la Casa Blanca citada por The New York Times.
La iniciativa prevé privar a la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) –el mayor de los 16 servicios secretos de EEUU– del derecho a acumular los datos de llamadas de centenares de millones de estadounidenses. Sin embargo, la NSA podrá exigir por orden judicial el acceso a ciertos datos a los operadores de telefonía móvil.
Actualmente, la NSA está autorizada a almacenar durante cinco años los metadatos de todas las llamadas móviles en EEUU. El programa secreto de vigilancia se hizo de conocimiento público por las filtraciones de Edward Snowden que desataron acaloradas discusiones en EEUU sobre si son justificables las acciones de la NSA.
En enero pasado, el presidente Barack Obama prometió, sin entrar en detalles, poner fin a la recopilación de registros telefónicos por la NSA en su forma actual.
La Casa Blanca ha afirmado en repetidas ocasiones que la acumulación de los metadatos de llamadas sirve para la lucha antiterrorista aunque sin presentar pruebas concretas de su eficacia.