Además de la presencia militar, Rusia aspira a reforzar su posición en Crimea con un ambicioso proyecto de inversión, un corredor de transporte que conectaría esta península con el territorio ruso a través del Estrecho de Kerch, escribe hoy el diario Kommersant.
Una filial del grupo público Avtodor se encargará de elaborar para noviembre una hoja de especificaciones de este proyecto, que será cofinanciado por el Estado.
De momento, no está claro si se construirá en la zona un puente automovilístico y ferroviario, o un túnel que dispararía el costo del proyecto hasta 3.000 millones de dólares.
Actualmente hay un servicio de transbordadores que garantiza el tráfico de pasajeros y mercancías entre el puerto Krim, en Ucrania, y Kavkaz, en Rusia.
Rusia y Ucrania llevaban más de diez años negociando la construcción de un puente a través del Estrecho de Kerch, pero una disposición del primer ministro ruso Dmitri Medvédev, firmada tras el cambio del poder en Kiev y en Crimea, da el pistoletazo de salida a este proyecto de importancia estratégica.
Varios expertos consultados por Kommersant destacan sin embargo que inversores privados difícilmente aceptarán participar en la obra en medio de la tensión actual, a menos que el Estado garantice al 100% sus inversiones. La otra opción es implicar a empresas públicas o implementar el proyecto con fondos del presupuesto federal.
