Las filtraciones de datos en 2013 provocaron para las empresas pérdidas de 25.110 millones de dólares, un 25% más que el año anterior, según un informe de la empresa Zecurion.
La distribución geográfica de las fugas sufrió muy pocas modificaciones en un año; el 66% de los incidentes sigue produciéndose en EEUU. Entre los más afectados también figuran los británicos y los canadienses. Al menos diez incidentes se registraron en la India, Australia, Alemania y Nueva Zelanda.
La proporción de Rusia aumentó del 4,4% al 6%.
Sin embargo, en 2013 las fugas se registraron en nuevos sectores. El líder de 2012, la educación, ni siquiera se situó entre los tres primeros –la distribución (16,2%), la sanidad (16%) y las instituciones públicas (15%)– bajando del 20,1% al 11,6%.
Pese al aumento del número total de casos, la cantidad de incidentes graves permaneció casi intacta situándose en 825 frente al 804 en 2012.
Los expertos de Zecurion consideran que en 2014 aumentó el número de robos de información bancaria clasificada. Las estafas relacionadas con las tarjetas de plástico así como con el servicio en línea permiten a los malhechores monetizar velozmente los datos obtenidos. Además, las cadenas de varios ejecutores que realizan solo una operación cada uno permiten borrar las huellas y minimizar los riesgos.
