El acercamiento entre Washington y Moscú, que se vislumbró durante los preparativos de la conferencia de paz para Siria y del acuerdo sobre el programa nuclear iraní, contradice los intereses del lobby antirruso en el Congreso de EEUU, escribe hoy Rossiyskaya Gazeta.
Un grupo de senadores estadounidenses elevó al Congreso un documento titulado Acta sobre la rendición global de cuentas en materia de derechos humanos. Según este proyecto de ley, el mundo debe rendir cuentas ante Washington.
El documento contempla la "globalización" de la llamada "lista Magnitski", que hasta ahora afecta solamente a funcionarios rusos presuntamente implicados en la muerte del abogado Serguéi Magnitski en una prisión preventiva rusa en 2009.
Si el Senado aprueba el proyecto de ley, la "lista negra Made in USA" incluirá al mundo entero, desde las monarquías del Golfo Pérsico, donde se vulneran los derechos de la mujer y de las minorías religiosas, hasta los países de América Latina que aspiran a aplicar una política nacional independiente.
El diario comenta que se trata de un nuevo intento de frenar el diálogo entre Rusia y EEUU.
Actualmente los responsables de Exteriores de Estados Unidos y Rusia estudian un posible viaje del presidente Barack Obama a Moscú. Los partidarios de una "lista Magnitski" a escala global comprenden que la "guerra de listas negras" imposibilitará la visita de Obama a Rusia.
Por estrechas que sean las relaciones de confianza entre el secretario de Estado, John Kerry, y el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, las autoridades rusas tendrán que reaccionar simétricamente a las iniciativas inamistosas de EEUU.
