Los dirigentes de China no se reunirán con el primer ministro japonés, Shinzo Abe, hasta que admita que su visita del pasado jueves al polémico santuario Yasukuni, en el centro de Tokio, fue un “error”, informó la cancillería china.
“De hecho, Abe cerró las puertas al diálogo con los dirigentes chinos. El pueblo chino no lo aprueba”, dijo un portavoz del Exteriores.
Yasukuni es un templo en el que se rinde homenaje a 2,5 millones de soldados muertos en distintas guerras en defensa “del emperador y el Gran Japón”, entre ellos a militares condenados por crímenes durante la II Guerra Mundial.
Por eso, las visitas de miembros del Gobierno japonés a Yasukuni siempre son duramente criticadas en países como China o Corea del Sur que sufrieron la invasión nipona.
Según el portavoz de la cancillería china, el jefe del Ejecutivo nipón debe ahora reconocer su error “ante el pueblo y el Gobierno de China” para subsanar el malentendido.
Con la visita al santuario bélico, Abe “creó graves obstáculos para las relaciones y la cooperación bilateral” entre China y Japón.
Además, el viaje del primer ministro japonés “deliberadamente destruyó el fundamento político” de las relaciones entre las partes, según Pekín.
