Rusia y Japón mantienen un intenso diálogo en el más alto nivel y muestran una actitud positiva para resolver los problemas pendientes, comentó hoy el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Peskov se refirió, en particular, al encuentro que sostuvieron el presidente ruso, Vladímir Putin, y el primer ministro japonés, Shinzo Abe, en el marco de la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), inaugurada hoy en la isla indonesia de Bali.
"El diálogo en el más alto nivel es tan intenso que apenas da tiempo a los expertos para entrar en detalles de las directivas que imparten los dos líderes, que muestran una actitud positiva al enfocar los problemas pendientes", dijo el portavoz.
Putin y Abe examinaron durante su encuentro cuestiones de la agenda internacional y regional, así como temas de interés bilateral, entre ellos el tratado de paz pendiente desde 1945.
Según indicó Peskov, las partes coincidieron en la necesidad de intensificar las negociaciones sobre el tratado de paz entre Rusia y Japón.
"Aún antes, en San Petersburgo, se comentó que la mejor base filosófica para resolver este problema sería el principio ‘ni vencedor ni vencido’, y los dos países lo aceptaron. Sólo falta por encontrar una forma concreta", apuntó.
Tokio condiciona la firma del tratado de paz con Moscú, asignatura pendiente desde 1945, a la recuperación de las cuatro islas
Kuriles que define como “territorios del norte japoneses” alegando un tratado bilateral de 1855.
Tras la II Guerra Mundial, las islas fueron traspasadas a la Unión Soviética en virtud de acuerdos internacionales y posteriormente Rusia, como heredera legal de la URSS, asumió la soberanía de estos territorios.
En Bali, Putin también sostuvo conversaciones con su homólogo de Indonesia, Susilo Bambang Yudhoyono. Los dos dirigentes trataron, entre otros asuntos, la situación en torno a Siria.
"El presidente Yudhoyono elogió los esfuerzos que aplica Rusia y particularmente Putin para encontrar una solución al problema", dijo Peskov al agregar que cada vez más países, entre ellos EEUU, comprenden que el problema sirio se puede resolver sólo por vía pacífica.
