El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, se declara dispuesto a atraer la atención de los líderes mundiales a la crisis en Siria durante la cumbre del G-20 que se celebrará en la ciudad rusa de San Petersburgo del 5 al 6 de septiembre.
Al comparecer la víspera en una rueda de prensa, el jefe de la ONU subrayó que los líderes del G-20 deben debatir el desarrollo de la situación en Siria.
Este miércoles, al intervenir ante los estudiantes de la Universidad de San Petersburgo, recordó que el mantenimiento de la paz es la principal responsabilidad de los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU.
Ban dijo que este organismo de momento no es capaz de solucionar el problema sirio por estar desunido debido a las divergencias políticas entre sus miembros y exhortó a superar esa desunión.
El conflicto sirio, de más de dos años de duración, se agravó el 21 de agosto pasado por el supuesto uso de armas químicas cerca de Damasco, que causó casi 1.500 víctimas mortales, según datos de EEUU.
Muchos medios informaron que fue un ataque lanzado por tropas gubernamentales. Las autoridades sirias rechazaron esa acusación.
Varios Estados occidentales, con EEUU a la cabeza, se pronuncian a favor de emplear fuerza militar contra Damasco. Rusia, como miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU con derecho a veto, puede bloquear tal decisión.
Ban Ki-moon recalcó que el uso de la fuerza es legítimo solo con fines de autodefensa y si se tiene la respectiva autorización del Consejo de Seguridad de la ONU.
El presidente ruso, Vladímir Putin, dijo este miércoles que Moscú puede consentir una operación contra Damasco en el caso de quedar probada su culpa y de existir la respectiva resolución del Consejo de Seguridad de la ONU.
