Diplomáticos de Rusia y Corea del Sur se reunieron en la isla de Sajalín con el fin de averiguar el destino de los coreanos que el Japón trasladó por la fuerza a esta isla de 1939 a 1945 y que son buscados por sus parientes.
“Nuestra tarea consiste en (…) ayudar a los ciudadanos de la República de Corea que buscan a sus parientes trasladados por la fuerza a Sajalín y muertos supuestamente de 1960 a 1990”, dijo el subdirector del Primer Departamento de Asia del Ministerio de Exteriores ruso, Alexandr Matsegora.
El director adjunto del Departamento de Asia del Noreste del Ministerio de Exteriores de Corea del Sur y jefe de la delegación surcoreana, Lee Sang-deuk, a su vez expresó agradecimiento a la parte rusa por la disposición a prestar ayuda.
Los coreanos eran súbditos del Japón que de 1905 a 1945 gobernó la parte sur de Sajalín, isla que hoy pertenece enteramente a Rusia. Durante la II Guerra Mundial, más de 40.000 coreanos fueron llevados a la isla, donde los hicieron extraer carbón, construir ferrocarril y trabajar en la tala de bosques. El Japón incumplió la promesa de repatriarlos.
Los diplomáticos pasarán en Yuzhno-Sajalinsk dos días, durante los cuales esperan solucionar todo un conjunto de problemas relacionados con la búsqueda de la documentación y entierros.
La repatriación de los coreanos comenzó en 1998 según un programa de la Cruz Roja de Corea del Sur y el Japón. Seúl les otorga viviendas, les paga un subsidio mensual y les garantiza la asistencia médica.
Tokio adquiere bienes para ellos y costea su viaje a la patria y también, una vez en dos años, a la isla de Sajalín.
Las familias vuelven a sufrir divisiones, pues solo los coreanos nacidos antes del final de la Segunda Guerra Mundial (agosto de 1945) pueden solicitar la reubicación y apoyo financiero, según el programa en cuestión. En Corea del Sur incluso fue instituida la Asociación de las Familias Divididas de los Coreanos de Sajalín.
