La Fuerza Aérea de EEUU apartó a 17 oficiales del control y el lanzamiento de misiles nucleares a raíz de una inspección realizada en una unidad de la base aérea de Minot, en Dakota del Norte.
“Realmente estamos en una crisis ahora”, escribió el jefe de la unidad, teniente coronel Jay Folds, en un correo electrónico de uso interno al que tuvo acceso la agencia AP.
El mensaje describe un ambiente de indiferencia, al menos una violación deliberada del reglamento de seguridad en materia de misiles, así como aparente renuencia de algunos militares a atajar o denunciar tales infracciones.
Durante una inspección que se llevó a cabo en marzo pasado, la unidad obtuvo una nota equivalente a “D” (pasable) en la prueba que debía comprobar su maestría en las operaciones de lanzamiento de sistemas Minuteman III, los más poderosos misiles nucleares en el arsenal de la Fuerza Aérea de EEUU.
Estos misiles balísticos intercontinentales pueden destruir objetivos en cualquier lugar del globo. En cada punto de control subterráneo hay dos oficiales en alerta permanente, dispuestos a efectuar el lanzamiento de un misil, si llega la orden del presidente de EEUU.
Oficialmente se informó que aquella inspección fue un éxito pero al mes siguiente 17 oficiales fueron apartados de sus tareas.
Al comentar este caso sin precedentes, portavoces de la Fuerza Aérea aseguraron a AP que los fallos nunca pusieron en riesgo la seguridad de la fuerza nuclear, y que los oficiales apartados de sus funciones se sometieron ya a un entrenamiento adicional con la esperanza de volver a sus tareas normales en un par de meses.
