La aviación naval de la Armada de Rusia comenzó hoy la anual misión de abastecimiento y transporte de personas a la base flotante rusa Barneo-2013, un campamento polar que surge cada año desde 2000 sobre un témpano de hielo a la deriva en el Ártico.
Según el portavoz de la Flota rusa del Norte, Evgueni Kirílov, el primero de los vuelos partió esta mañana a bordo de un IL-76MD desde un aeropuerto de la provincia de Múrmansk, en el noroeste de Rusia. El cargamento que lleva el avión incluye la primera de las tres partidas de material para el futuro campamento. A bordo de la nave viaja un grupo de paracaidistas encargados de iniciar las obras de la base.
“Una vez finalizados los vuelos, se habrán trasladado a la base más de 50 toneladas de material, combustible, un generador, alimentos, dos tractores y más de 20 integrantes de la expedición”, indicó el oficial.
Según explicó, las mercancías se descargan mediante paracaídas desde una altura baja al realizar el avión un cabeceo brusco hacia arriba. De esta forma, la carga cae de la bodega arrastrada por su propio peso.
“Las tripulaciones de la Fuerza Aérea de Rusia son las únicas en el mundo que tienen experiencia en realizar este tipo de operaciones en las altas latitudes del Ártico”, subrayó Kirílov.
La base Barneo es un campamento ruso de hielo que se instala anualmente a 89 grados de latitud norte, a unos 110 kilómetros del Polo Norte. Desde 2000, se abre todos años a principios de abril y por un mes entero se convierte en el principal centro científico y turístico del Ártico.
El campamento incluye dos módulos de uso común de 72 metros cuadrados cada uno, una docena de habitáculos con calefacción de 30 metros cuadrados y varios locales auxiliares. Además, se habilita una pista de aterrizaje para recibir vuelos regulares de aviones An-74. La base dispone también de varios helicópteros que trasladan a los tripulantes al Polo Norte y a los puntos de mediciones.
