La ONG conservacionista WWF International entregó hoy al Gobierno de Tailandia una petición avalada por 500.000 firmas para cesar el tráfico de marfil en esta nación del Sudeste Asiático.
“Tailandia es el mayor mercado no regulado de marfil en el mundo”, señala WWF.
El Gobierno tailandés prohíbe vender en el país el marfil de elefantes silvestres, pero no de animales domésticos. Pero resulta extremadamente difícil identificar el origen de productos de marfil y, por tanto, detectar partidas ilegales que entran en la red comercial.
Según las estimaciones de WWF, cazadores furtivos matan cada año hasta 30.000 elefantes, en parte, gracias a la elevada demanda de marfil en el Sudeste Asiático. El número de elefantes silvestres en Tailandia no supera 2.500.
Más de medio millón de personas de unos 200 países estamparon sus firmas bajo un llamamiento que exhorta a la primera ministra tailandesa, Yingluck Shinawatra, a que prohíba completamente el comercio de marfil en el país.
“Ya tenemos leyes en vigor para proteger la vida silvestre, y los animales son importantes en la cultura de Tailandia”, dijo Shinawatra en la ceremonia de entrega. Prometió “tomar en consideración los problemas que plantea WWF”.
