Los separatistas malienses ganan la guerra con apoyo de Francia

Síguenos en
La intervención de Francia en apoyo del gobierno de Mali contra los islamistas iniciada el 12 de enero avanza a pasos agigantados.

La intervención de Francia en apoyo del gobierno de Mali contra los islamistas iniciada el 12 de enero avanza a pasos agigantados.

En dos semanas los franceses ocuparon, con bajas mínimas, todas las ciudades importantes del centro del país, mientras que las fuerzas insurgentes se retiran hacia las zonas deshabitadas. La primera ronda de la guerra está ganada, pero hay sensación de que no será París el que se quede con el botín, sino los separatistas del norte maliense.

Avance impetuoso

El empuje de los galos en Mali es irresistible. La aviación francesa lanzó el 11 de enero una ofensiva contra posiciones de grupos islamistas en Mali para impedir el avance islamista a la ciudad de Mopti, donde se encuentra el principal aeropuerto de la zona. El 12 de enero empezó el desembarco de las tropas en Bamako y Mopti y continuaron los bombardeos. Al valorar la situación, los franceses decidieron enviar refuerzos a Mali.

El 21 de enero las tropas galas entraron en la ciudad de Diabaly en el centro del país, el 27 del mismo mes recuperaron la ciudad de Gao y para la noche del 28 informaron sobre la toma de Tombuctú.

¿Demuestra este rapidísimo avance francés en Mali la gran eficacia de la máquina de guerra gala? No es exactamente eso debido a una serie de razones.

Los militares franceses más bien demostraron en Mali un operativo de despliegue rápido de las fuerzas aéreas. Y eso que la logística fue organizada por fuerzas extranjeras: en primer lugar, las alemanas, belgas, estadounidenses, con la participación de los aviones rusos An-124-100 Ruslán de la compañía aérea Volga-Dnepr y del la 224ª brigada móvil.

De momento, en la acción de los franceses no se puede destacar ningún plan táctico o estrategia original. Tal vez más tarde la operación Serval (así se denomina la intervención militar de Francia en Mali en 2013) se presente desde una perspectiva diferente. Pero por ahora la situación es muy monótona: los insurgentes abandonan una ciudad tras otra retirándose hacia el norte sin oponer mucha resistencia a las tropas malienses ni francesas.

Resumen preliminar

Hasta ahora, a juzgar por los partes de los franceses, no hubo bajas excepto la de un tripulante del helicóptero Gazelle. En el primer ataque con helicópteros Gazelle de la Operación Serval un aparato resultó seriamente averiado y tuvo que aterrizar de emergencia. Su tripulación fue rescatada por un tercer helicóptero de apoyo, aunque uno de los aviadores murió por heridas. También trascendieron datos sobre varios pilotos heridos desde tierra y la avería de un helicóptero.

Es mucho más difícil evaluar las bajas entre los insurgentes. Por lo visto se trata de unos centenares de muertes (difícilmente más de 200 o 300) y de la pérdida de una gran parte del parque móvil.

El Sahel africano es el lugar perfecto para la llamada “guerra en toyotas”, ya que el Toyota todoterreno equipado por ametralladoras y lanzagranadas es el vehículo por excelencia de los grupos armados que se mueven en ellos salvando con facilidad cientos de kilómetros de distancia por un territorio casi sin fronteras.

De hecho, estos vehículos son el recurso fundamental de todas las guerras africanas desde los años ochenta. Al eliminar desde el aire una gran parte de este parque móvil de los insurgentes, los franceses redujeron su movilidad y facilitaron su propia tarea en Mali que consiste ahora en establecer control sobre corredores de transporte hacia el norte, sobre todo hacia la ciudad de Kidal.

No todos los insurgentes son igual de dañinos

El pasado lunes las tropas francesas se hicieron, por fin, con el control de Kidal, tercera ciudad más importante del norte de Malí y último bastión del grupo armado Ansar Dine. Aunque diversas informaciones apuntan a que la ciudad no ha sido arrebatada a este grupo islamista, sino a los separatistas tuaregs del Movimiento Nacional de Liberación del Azawad (MNLA), que sirvieron hace un año de detonante para la guerra.

Los tuaregs, un pueblo 'seminómada' de Malí, desde hacía años luchaban por la independencia, pero sin mucha desenvoltura. La situación en el país africano se agravó tras el derrocamiento del régimen de Muamar Gadafi en Libia. El éxodo de las tribus de tuaregs que gozaban de la protección por parte del exlíder libio, provocó una guerra separatista y el surgimiento en abril pasado del Estado autoproclamado de Azawad, que ocupa dos tercios del territorio nacional.

Sin embargo, los países africanos vecinos, como Argelia, se negaron a reconocer la independencia de Azawad mientras varios grupos islamistas, en particular, el llamado Monoteísmo y Yihad, aumentaron su influencia en la zona, que desembocó en una confrontación militar entre el MPLA y los islamistas. En otoño de 2012 éstos últimos asestaron varios golpes de importancia a las fuerzas tuaregs en el campo de batalla y empezaron una marcha hacia el sur, lo cual sirvió de pretexto para la guerra.

La intervención militar de Francia hizo moderarse las ambiciones de los separatistas. Desde los primeros días de la operación dieron a entender públicamente que nunca apoyarían a los islamistas y que se conformarían con una amplia autonomía en lugar de la independencia.

Estas son todas las partes del mosaico maliense. La operación Serval, como se ve, es una operación conjunta de las fuerzas malienses y galas apoyadas por los separatistas tuaregs de Azawad contra los islamistas.

El apoyo popular de los insurgentes no es estable. Hay datos de que los grupos radicales islámicos Ansar Dine y MUJAO van perdiendo partidarios a favor del MNLA y se ven obligados a retirarse a las montañas en la frontera con Argelia.

Así que se puede concluir, de forma preliminar, que la primera ronda de la guerra en Mali está ganada por los franceses (desde el punto de vista militar) y al mismo tiempo por los nacionalistas tuaregs (desde el punto de vista político). Es difícil prever qué pasará ahora pero la posición del MNLA es muy interesante: maniobrando entre el Occidente y los islamistas podrán obtener muchas más ventajas de las que no podían ni soñar.

El gobierno oficial en Bamako estará, naturalmente, en contra de cualquier atentado a la soberanía de Mali. Pero ¿quién en nuestros tiempos se preocupa por conocer la opinión de un gobierno oficial?

LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI

 

Lo último
0
Para participar en la conversación,
inicie sesión o regístrese.
loader
Chats
Заголовок открываемого материала