Rusia se pronunció en contra de enviar el denominado “expediente sirio” a la Corte Penal Internacional (CPI) en una reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, celebrada la víspera.
“La parte rusa considera inoportuno hacerlo, ya que lo principal es poner en marcha el proceso político”, dijo ayer a medios rusos el embajador de Rusia ante la ONU, Vitali Churkin.
Según el diplomático, de este modo Moscú reafirmó su actitud negativa ante esta iniciativa, cuya puesta en práctica puede “radicalizar” toda la situación.
En la reunión del Consejo de Seguridad del pasado viernes la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Navi Pillay, pidió remitir a la CPI el tema de los crímenes de guerra en Siria, petición avalada por cinco de los 15 miembros del consejo: Francia, Luxemburgo, Gran Bretaña, Australia y Corea del Sur.
Los embajadores de estos países, en una declaración conjunta, apoyaron la idea de enviar a la CPI el “expediente sirio” para que investigue los crímenes de guerra cometidos durante el conflicto que desde marzo de 2011 se cobró 60.000 vidas humanas, según estimaciones de la ONU.
