Rusia “lamenta profundamente” el lanzamiento del cohete norcoreano realizado a pesar de las advertencias de la comunidad internacional y en violación de una resolución de las Naciones Unidas, según un comunicado del Ministerio de Exteriores ruso.
Corea del Norte realizó esta madrugada el lanzamiento de su cohete de largo alcance, que había anunciado previamente, y anunció la exitosa puesta en órbita de un satélite científico, suscitando una unánime condena internacional debido a la sospecha de que se trata de una prueba balística.
La cancillería rusa subrayó en su comunicado que la actuación de Pyongyang supone una violación de la Resolución 1.874 del Consejo de Seguridad que “prohíbe expresamente a la República Popular Democrática lanzamientos con tecnología de misiles balísticos”.
Este lanzamiento no contribuirá a aumentar la estabilidad, sino que tendrá un efecto negativo sobre la situación general en el noreste asiático, así como supondrá un grave impedimento para realizar programas de cooperación económica multilateral en la región, advirtió.
El Ministerio de Defensa de Rusia informó por su parte que siguió de cerca el lanzamiento norcoreano con la ayuda de su sistema de alerta temprana ante ataques con misiles.
“Los dispositivos del sistema detectaron el despegue del cohete y su vuelo. No representó amenaza para Rusia”, declaró un portavoz de la entidad.
Agregó que las unidades de defensa antiaérea y antimisiles del Ejército ruso no se declararon en alerta máxima por el lanzamiento norcoreano.
Según diversas fuentes, el cohete Unha-3 con el satélite Kwangmyongsong-3 a bordo despegó desde centro espacial de Sohae a las 09:50 hora local (00:50 GMT). Media hora después, el Unha-3 sobrevoló la prefectura nipona de Okinawa, informó el Gobierno de Japón, precisando que su primera etapa cayó a 200 kilómetros al oeste de la península de Corea, la segunda a unos 300 kilómetros al sureste de la península y la tercera a 300 kilómetros de la costa este de Filipinas.
