El primer ministro de Irak, Nuri al Maliki, culpó a los dirigentes de Kurdistán, autonomía en el norte del país, de la escalada del conflicto interno, comunicó hoy la cadena de televisión Al Alam.
“Es una actividad irresponsable que provoca la escalada de la crisis y es capaz de hacer un colosal daño, sobre todo a la población kurda”, declaró Al Maliki al referirse al emplazamiento de una nueva unidad militar kurda en la zona de Kirkuk, territorio disputado entre Kurdistán y Bagdad.
Al Maliki exhortó a los dirigentes kurdos a “abstenerse de dar tales pasos, dados la seriedad de la actual situación y el riesgo del agravamiento de la crisis”.
Las relaciones entre las autoridades iraquíes centrales y la autonomía kurda atraviesan una profunda crisis los últimos tiempos. Surgieron varios contenciosos, incluidos los territoriales, que desembocan a menudo en confrontaciones militares en territorios disputados, en particular, en la región de Kirkuk rica en petróleo.
Bagdad y los dirigentes kurdos sostuvieron hace poco unas negociaciones sobre la superación de la crisis. En particular, acordaron no destacar nuevas unidades militares a las zonas en litigio y adoptar medidas para prevenir enfrentamientos armados directos.
Pero el lunes pasado, una unidad kurda de misiones especiales, apoyada por el material militar pesado, entró de repente en las afueras de Kirkuk. Como resultados, muchas familias empezaron a abandonar la ciudad.
Los mandos kurdos confirmaron esa información, pero al mismo tiempo señalaron que se trata de relevar una unidad que ya concluyó su misión en Kirkuk.
