Rusia tiene nuevo instrumento para velar por los derechos humanos

© RIA Novosti . Mikhail Klimentiev / Acceder al contenido multimediaConsejo presidencial para los Derechos Humanos y el Desarrollo de la Sociedad Civil en el Kremlin
Consejo presidencial para los Derechos Humanos y el Desarrollo de la Sociedad Civil en el Kremlin - Sputnik Mundo
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El presidente ruso, Vladimir Putin, se reunió el pasado 12 de noviembre en el Kremlin con los miembros del renovado Consejo presidencial para los Derechos Humanos y el Desarrollo de la Sociedad Civil en Rusia.

El presidente ruso, Vladimir Putin, se reunió el pasado 12 de noviembre en el Kremlin con los miembros del renovado Consejo presidencial para los Derechos Humanos y el Desarrollo de la Sociedad Civil en Rusia.

Según los resultados de elecciones celebradas en Internet, 62 expertos formaron parte del nuevo Consejo, mientras que el activista de derechos humanos número 63, Alexandr Brod, que se declaró en huelga de hambre en protesta por no ser elegido, será incluido en este organismo también. Así lo propuso el jefe de Estado ruso.

Varios expertos opinan que después de la ampliación de la composición del anunciado consejo presidencial a cuenta de quienes no tienen experiencia en materia de defensa de derechos humanos su trabajo será menos eficaz.

Otros, por el contrario, están seguros de que el consejo ampliado reflejaría mejor los ánimos que reinan en la sociedad rusa. Según tales analistas, el nuevo organismo corresponde completamente al reglamento del Consejo para los Derechos Humanos y el Desarrollo de la Sociedad Civil en Rusia, aprobado por decreto presidencial del 1 de febrero de 2011.

Este documento limita los poderes del Consejo para los Derechos Humanos en su misión consultiva y destaca que este organismo fue formado para prestar apoyo al jefe de Estado.

"Las consultas del Consejo presidencial para los Derechos Humanos en su composición actual no pueden ser políticamente motivadas, mientras que el propio consejo no puede actuar como un organismo opositor ni como un apéndice que goce del poder presidencial", destaca Alexei Zudin, director adjunto del Centro de Coyuntura Política.

El presidente ruso informó a los miembros del Consejo presidencial para los Derechos Humanos sobre las nuevas normas de trabajo. “Haré todo lo posible para no ofenderme de sus palabras”, dijo Putin y al mismo tiempo pidió a los integrantes del consejo que no tomasen como una ofensa su opinión tampoco.

Organismo consultivo

“En la formación del Consejo presidencial para los Derechos Humanos se tomó en consideración la coyuntura actual. Este organismo es consultivo. Su misión es ayudar al presidente del país como garante de la Constitución a garantizar el cumplimiento de los derechos humanos en Rusia”, dijo Konstantín Kostin, director de la Fundación para el Desarrollo de la Sociedad Civil.

“El diálogo entablado durante la primera reunión del Consejo renovado celebrada en el Kremlin el pasado 12 de noviembre puso en evidencia que este organismo estaba demasiado representativo para esto”, añadió.

Según el experto, el presidente del Consejo presidencial para los Derechos Humanos es un funcionario público que, de acuerdo con su estatus, no puede estar en oposición a las autoridades del país. Así las cosas, las autoridades consideran que este consejo es su socio.

“Todos pudieron observar ejemplos de esta cooperación. El mandatario ruso prometió en su momento pensar sobre la definición inapropiada de alta traición. Además, el conflicto que surgió en torno al activista de derechos humanos Alexandr Brod fue resuelto por el presidente”, dijo Kostin.

“No diría que una nueva fuerza representada por el Consejo presidencial para los Derechos Humanos haya aparecido en la arena política. Cuanto más próximo esté este organismo hacia el cumplimiento de su misión principal, tanto mejor. Es uno de los organismos consultivos subordinados al presidente de Rusia cuyos expertos deben ayudar al jefe de Estado a tomar decisiones. Es lógico que tales consultas no puedan ser políticamente motivadas, lo que tenía lugar con frecuencia anteriormente”, dijo Alexei Zudin.

Según el experto, la reunión en el Kremlin del Consejo renovado demostró que “es un organismo capaz de trabajar”, cuyos miembros entienden que su misión principal es “expresar su opinión sin intentar sustituir al presidente”.

“Si anteriormente los integrantes del Consejo presidencial para los Derechos Humanos fueron elegidos por el presidente de Rusia, ahora -debido a las elecciones en el Consejo que se celebran en Internet- está claro que los miembros de este organismo no asumirán una postura común. Siempre habrá dos grupos en el Consejo: los que apoyan la política del presidente del país y los que no están de acuerdo con él. De ese modo, se podrá mantener el equilibrio”, opina el presidente adjunto del Centro de Ingeniería Política, Alexei Makarkin.

Según el experto, a raíz de un gran número de integrantes del Consejo presidencial para los Derechos Humanos, cada uno de sus miembros, a excepción de los integrantes de la mesa directiva, tendrá menos peso.

“Si anteriormente el presidente se reunía con todos los integrantes del consejo, ahora sólo los escogidos tendrán acceso al mandatario ruso. Se oye hablar sobre los cambios que podrían realizarse de vez en cuando en la mesa, pero esto no es importante”, asegura Alexei Makarkin.

Defensa espontánea de los derechos humanos

“No tengo nada en contra del periodista Leonid Parfiónov, por ejemplo, pero es poco probable que éste sea capaz de trabajar en el Consejo presidencial para los Derechos Humanos con tanta eficacia como la defensora de los derechos humanos Svetlana Ganushkina. No es el asunto más importantes para él, a diferencia de Ganushkina”, dijo el politólogo Dmitri Oreshkin, que abandonó voluntariamente el Consejo presidencial para los Derechos Humanos en la primavera pasada.

“La mujer de negocios y política rusa Irina Jakamada es una buena persona, pero parece que hoy no es experta en materia de defensa de los derechos humanos, sino que es escritora. Son los mejores miembros elegidos en el Consejo presidencial para los Derechos Humanos”, añadió.

“La ampliación del consejo a cuenta de los diletantes no mejorará la calidad de su trabajo, incluso en el caso de que sólo se trate de las consultas”, dijo Oreshkin. Según el experto, este organismo siempre gozaba de los poderes limitados.

“Preparamos informes detallados sobre los casos del exjefe de la petrolera Yukos, Mijaíl Jodorkovski, y del abogado Serguei Magnitski [que murió en noviembre de 2009 en una prisión preventiva], pero las autoridades no lo necesitaban. Al menos, logramos que sea indultado el defensor de los derechos humanos Mojnatkin, acusado de causar daño a un policía durante un mitin. El Consejo presidencial para los Derechos Humanos goza de los poderes muy limitados”, dijo Oreshkin.

Según Ela Panfílova, que encabezó al Consejo presidencial para los Derechos Humanos desde 2002 hasta julio de 2010, este organismo en su composición anterior “actuaba con más eficacia y se promovía a sí mismo en menor grado”.

Panfílova dijo que se reunía personalmente con el presidente del país unas cinco o seis veces al año, además de sus encuentros durante las reuniones generales del Consejo.

“Nuestros encuentros con el presidente duraron de 30 a 60 minutos. Podría caracterizar como eficaz al 50% su resultado general conseguido por los ocho años de mi trabajo en el Consejo. Pero, independientemente del resultado, cualquier diálogo siempre fue muy franco. No quisiera dar evaluaciones, sino digo simplemente que nos entendíamos mejor con Putin”, recuerda Ela Panfílova.

“Durante los ocho años de mi trabajo en el Consejo presidencial para los Derechos Humanos, logré crear una estructura que actuó como una oposición espontánea a las autoridades”, afirma Panfílova.

Colectivización de los derechos humanos

“En EEUU el Consejo presidencial para los Derechos Humanos sería inútil. Allí uno acude a las autoridades judiciales que defienden sus derechos constitucionales. Así las cosas, la existencia en Rusia de un organismo como el Consejo presidencial para los Derechos Humanos confirma de manera indirecta que estos derechos no se cumplen en nuestro país”, señala Dmitri Oreshkin.

Konstantín Kostin no está de acuerdo con esta opinión. “En varios países la interacción con la sociedad civil, que incluye a las organizaciones no gubernamentales, se realiza de modo diferente. Por ejemplo, en EEUU hay un asesor especial del presidente para la intermediación con este plano de la sociedad. Uno de tales asesores es el hoy embajador de EEUU en Rusia, Michael McFaul”, dijo el experto.

“En Francia, ese papel lo desempeña la Cámara Pública; en Gran Bretaña, un departamento gubernamental. El Estado siempre intenta cooperar con las organizaciones de derechos humanos y financiarlas”, añadió.

“Es preferible que el Consejo presidencial para los Derechos Humanos exista. Esto ofrece ventajas, ante todo al jefe del Estado. Esto pudimos observar ayer cuando se abordó la ley sobre alta traición. Putin se sorprendió de que los expertos no tomasen en consideración varios aspectos y prometió pensar sobre el problema. El Consejo presidencial para los Derechos Humanos ofrece a las autoridades la oportunidad de actuar libremente”, afirma Dmitri Oreshkin.

El Consejo presidencial para los Derechos Humanos de Rusia celebrará su 20º aniversario en 2013. No todos recuerdan que este organismo fue fundado como Comisión para los Derechos Humanos, fue encabezado de inicio por el activista Serguei Kovaliov y en el período de 1993 a 1995 defendía, ante todo, los derechos humanos en una entidad federada de Rusia: Chechenia.

En enero de 1996, Serguei Kovaliov anunció su dimisión del cargo de presidente de la Comisión en una carta abierta dirigida al entonces presidente de Rusia, Boris Yeltsin. Se nombró para este cargo un experto en el ámbito de Derecho Internacional, Vladimir Kartashkin que no adquirió una fama en Rusia, porque aquella época era muy complicada. Cada uno defendía sus propios derechos como podía.

A principios de los 2000, al jefe del Consejo presidencial para los Derechos Humanos lo sustituyó Ela Panfílova. Pero esto ya pasó a la historia, mientras que la nueva época necesita a nuevos actores. A día de hoy, los miembros del Consejo presidencial para los Derechos Humanos se eligen a través de Internet.

LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI

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