La tenista estadounidense Serena Williams demostró otra vez su don de concentrarse para los partidos y los puntos más importantes, al derrotar la víspera en la final del Masters Femenino en Estambul a María Sharápova y llevar a nueve el número de las victorias consecutivas sobre la rusa.
La final de ayer terminó con un marcador de 6-4, 6-3 a favor de la menor de las hermanas Williams. “El saque de Serena fue muy bueno y estable. Y mi recepción, al contrario, dejaba que desear. No es de olvidar también la capacidad de Serena para sacar muy fuerte o disparar una pelota indevolvible en los momentos importantes. Es por eso que es una gran campeona”, dijo Sharápova tras el partido.
Para Williams, una de las jugadoras más experimentadas, considerada por muchos como la tenista más grande en la historia, es el tercer triunfo en el Masters Femenino que corona una temporada inolvidable en la que se llevó el trofeo de Wimbledon, el oro de Londres 2012 y la copa del Open de EEUU.
Por su parte, Sharápova mantuvo el número dos de la clasificación de la WTA, después de la bielorrusa Azarenka, y tiene a su mérito una temporada igual de inolvidable, sobre todo por la victoria en el Abierto de Francia, que se tradujo para la rusa en un Grand Slam en la carrera, y la primera medalla olímpica, la plata de Londres 2012.
Antes de que Sharápova y Williams disputaran el Trofeo Billie Jean King, el dúo ruso de Nadia Petrova y María Kirilenko derrotó en dos sets en la final a las checas Andrea Hlavackova y Lucie Hradecka por 6-1, 6-4 y se anotó el cuarto título de dobles después de Cincinnati (2008), Moscú (2009) y Miami (2012).
