El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, desmintió hoy que Rusia haya perdido influencia en Oriente Próximo tras las revueltas populares que se extendieron por esta región.
"Quienes afirman que Rusia no está del 'bando correcto de la Historia' y ha perdido influencia en Oriente Próximo confunden los deseos con las realidades", dijo Lavrov en una entrevista al diario Rossiyskaya Gazeta.
Señaló que tales afirmaciones son refutadas por las intensas relaciones que Moscú sigue desarrollando con los principales países de la región.
"Representantes de estos países visitan gustosamente a Rusia que, su vez, mantiene contactos con todos los grupos opositores, como por ejemplo, en Siria", comentó el ministro.
Dijo que ni siquiera la oposición más radical de estos países critica a Rusia de la manera que suelen hacerlo en Occidente.
"Al contrario, estos países entienden perfectamente cómo deben ser las cosas y ven en Rusia un estabilizador regional", apuntó Lavrov.
En diciembre de 2010 estallaron revueltas populares en Túnez que culminaron con la llamada Revolución de los Jazmines. Pocos días después, las manifestaciones se propagaron a Egipto, Libia, Marruecos, Jordania, Bahréin y Omán, recibiendo el nombre de 'Primavera Árabe'.
Las protestas que comenzaron en marzo de 2011 en Siria dieron lugar a enfrentamientos armados entre fuerzas opositoras y tropas gubernamentales que continúan hasta hoy. Según datos de la ONU, el conflicto sirio ya ha causado más de 30.000 muertos.
