La compañía Sakhalin Energy, operadora de la única planta rusa que produce gas natural licuado (GNL) en la península de Sajalín (Lejano Oriente ruso), entregará a sus clientes de Japón 16 cargamentos extra de este combustible antes del fin de año, informó el gobernador de la región, Alexandr Joroshavin.
Según el funcionario ruso, el año pasado Japón recibió 11 cargamentos extra del GNL de Sajalín, cada uno de los cuales asciende a 145.000 metros cúbicos de carburante.
El gobernador de Sajalín explicó que el gran interés de las eléctricas niponas por aumentar el consumo de GNL se debe a que su país decidió abandonar la energía nuclear tras el accidente de Fukushima.
Ante la creciente demanda de las fuentes tradicionales de energía como el gas o el petróleo en Extremo Oriente, la provincia rusa de Sajalín productora de hidrocarburos “puede y debe jugar un papel importante en la seguridad energética de la región”, expresó Joroshavin.
Puesta en marcha en febrero de 2009, la planta de Sajalín tiene una potencia proyectada de 9,6 millones de toneladas anuales, lo que equivale al 5% de la producción mundial de GNL.
La planta se construyó como parte del proyecto Sakhalin 2, valorado en unos 20.000 millones de dólares y dedicado a la explotación de dos yacimientos de hidrocarburos con reservas estimadas de 150 millones de toneladas de petróleo y 500.000 millones de metros cúbicos de gas.
Entretanto, la compañía rusa Gazprom, principal socio del proyecto, anunció este martes planes para aumentar al doble, de 10 a 20 millones de toneladas, la capacidad proyectada de otra planta de GNL que el monopolio gasista construye actualmente en Vladivostok, en la costa del Pacífico.
Según Alexandr Medvédev, uno de los directivos de Gazprom, los 20 millones de toneladas equivaldrían al 30% del total de las importaciones japonesas en 2011. Se prevé que la nueva planta se ponga en marcha entre 2016 y 2017.
Adelantó además que la empresa gasista estudia construir una tercera fase de la planta de GNL en Sajalín.
