Las Pussy Riot, disparadas a la fama internacional tras ser condenadas a dos años de cárcel por su “oración punk” en la moscovita Catedral de Cristo el Salvador se oponen a que su nombre aparezca en preservativos, películas porno y demás proyectos dudosos, escribe hoy el diario Moskovskie Novosti.
“Usaremos nuestro derecho de marca comercial sólo para impedir que se use en toda clase de proyectos dudosos. No dejaremos que se produzcan preservativos bajo la marca Pussy Riot. Tampoco toleraremos que alguien se enriquezca fabricando tazas, camisetas o pasamontañas con el nombre y los emblemas del grupo”, declaró Mark Feiguin, abogado una de las integrantes de la banda.
Al mismo tiempo, aseguró que no se opondrán a la distribución gratuita de semejantes artículos con su nombre “siempre y cuando sea en bien de las jóvenes” encarceladas.
Nadezhda Tolokónnikova y otras dos integrantes de la banda, María Aliojina y Ekaterina Samutsévich, fueron condenadas el 17 de agosto a dos años de prisión por “gamberrismo”, tras haber celebrado una “oración punk” que incluía expresiones “Mierda bendita” y “Virgen, echa a Putin” en la Catedral de Cristo el Salvador.
Feiguin precisó que la solicitud de registro de la marca comercial Pussy Riot fue presentada a la Oficina nacional de patentes en abril pasado, antes de que el Tribunal Jamóvnicheski de Moscú iniciara la vista oral del caso.
Nadie pensaba en lucro, lo único que buscaban las chicas era asegurarse contra posibles provocaciones. Y decidieron registrar la marca tras enterarse de que un estudio de cine iba a producir una película porno bajo el mismo nombre, explicó.
Un abogado de Irina Ruzankina, a quien el tribunal declaró “víctima” de la actuación del grupo en la Catedral del Salvador, sostiene que Pussy Riot es una marca cara y espera obtener una generosa indemnización del daño moral. “Según mis datos, la marca vale un millón de dólares. Una gira internacional las haría ricas”, dijo.
El presidente del Gremio de mercadotecnia, Ígor Berezin, recomienda a las Pussy Riot “escribir memorias” y “hacerlo ya, en la cárcel, sin aplazar el asunto para después”.
Sofia Kodzova, de la editorial Olma, considera un libro así sería un exitazo “entre los que asisten a los mítines opositores y quizás también entre los oponentes más acérrimos de las chicas”.
Aun así, se trata de “una audiencia reducida”. “Los lectores rusos en masa se interesan poco por el fenómeno Pussy Riot”, explicó.
Mientras continúan los debates de dónde y cómo vendería mejor la marca Pussy Riot, hay quien puso manos a la obra.
En internet ya se venden camisetas y pasamontañas con el nombre y las imágenes del grupo. Sus vendedores aseguran que parte de los ingresos será para las sentenciadas. Según Feiguin, en la red global abundan las recolectas a favor de las Pussy Riot, pero hasta ahora ellas mismas no han recibido un solo céntimo.
Nadie pensaba en lucro, lo único que buscaban las chicas era asegurarse contra posibles provocaciones. Y decidieron registrar la marca tras enterarse de que cierto estudio de cine planeaba producir una película porno bajo el mismo nombre, explicó.
Un abogado de Irina Ruzankina, a quien el tribunal declaró “víctima” de la actuación del grupo en la Catedral del Salvador, sostiene que Pussy Riot es una marca cara y espera obtener una generosa indemnización del daño moral. “Según mis datos, la marca vale un millón de dólares. Una gira internacional las haría muy ricas”, dijo.
El presidente del Gremio de mercadotecnia, Ígor Berezin, sugiere a las Pussy Riot “escribir memorias” y “hacerlo ya, en la cárcel, sin aplazar el asunto para después”.
Sofia Kodzova, de la editorial Olma, considera que estas memorias serían un exitazo “entre los que asisten a los mítines opositores y, tal vez, entre los oponentes más acérrimos de las chicas”. “Pero es una audiencia reducida. Los lectores rusos en masa se interesan poco por el fenómeno Pussy Riot”, agregó.
Mientras unos siguen debatiendo dónde y cómo vendería mejor la marca Pussy Riot, otros ya pusieron las manos a la obra.
Algunas tiendas virtuales ofrecen camisetas y pasamontañas con el nombre y las imágenes del grupo. Los vendedores aseguran que una parte de los ingresos se donará a las sentenciadas. Según Feiguin, en la web global también hay múltiples recolectas a favor de las Pussy Riot. Eso sí, las protagonistas de la “oración punk” no han recibido ni un céntimo hasta la fecha.
