Greenpeace pedirá en septiembre a la Asamblea General de las Naciones Unidas reconocer el Ártico como reserva natural, dijo el director del programa ártico de la organización ecologista en Rusia, Vladímir Chuprov.
Según Chuprov, a finales de septiembre, la Asamblea General de la ONU celebrará una sesión en cuya agenda los ecologistas planean incluir el asunto del estatus del Ártico.
“Existe la esperanza de que sobre el Ártico se adoptará la misma decisión que sobre la Antártida en su momento. El consenso será alcanzado, pero el proceso puede prolongarse durante décadas”, dijo el directivo a RIA Novosti.
Sin embargo, el experto señaló que, probablemente, no habrá ningún acuerdo mientras varias potencias disputan el control del Ártico, que alberga grandes cantidades de recursos naturales.
Así, Rusia reivindica desde 2001 una vasta zona de la plataforma del Ártico que incluye las cordilleras subacuáticas Lomonósov y Mendeléev, una superficie adicional de 1,2 millones de kilómetros cuadrados donde se concentran colosales reservas de hidrocarburos.
En un intento de sacar adelante su iniciativa, Greenpeace propone convertir en reserva natural el espacio ártico más allá de 200 millas la zona económica exclusiva de los países de la región.
Los ecologistas planean prohibir allí las labores de extracción de petróleo y la pesca industrial, entre otras actividades lucrativas.
