El presidente ruso Vladímir Putin negó hoy la práctica de persecuciones contra defensores de derechos humanos en Rusia.
“Puedo afirmar a ciencia cierta que el Estado no tiene semejantes instrumentos en su arsenal político ni pretende represión carcelaria contra nadie por la protección y la defensa de derechos humanos”, dijo Putin al intervenir este martes en un foro juvenil a orillas del lago Seliguer, al noroeste de Moscú.
Algunas ONGs denuncian la existencia de presos políticos en Rusia pero, según Putin, “cuando empiezas a investigar, resulta que el motivo de su detención o arresto no es la actividad política ni la defensa de derechos humanos sino hechos muy distintos”.
Al mismo tiempo, el jefe del Estado recomendó “ver cada caso concreto”. “No descarto situaciones en que alguien defienda derechos de otras personas y haya gente o estructuras descontentas que se opongan a ello, en particular, usando fuerzas y recursos de opresión estatal”.
Entre otras cosas, Putin mencionó la necesidad de aclarar los disturbios del pasado 6 de mayo en la plaza Bolótnaya de Moscú, donde hubo enfrentamientos entre la Policía y los participantes de un mitin opositor autorizado por el Gobierno capitalino.
Recordó que la gente tiene derecho a participar en actos multitudinarios, y el Estado debe garantizárselo, pero también es necesario que los manifestantes actúen en el marco de la ley. “Si agreden a los agentes policiales, les infligen algunas lesiones, lanzan piedras contra ellos, hay que frenar semejante actuación sin lugar a dudas y hacerlo en una fase temprana”, dijo el presidente. De lo contrario, según él, la situación podría derivar en desórdenes como los que tuvieron lugar en Inglaterra en agosto de 2011. “Eso sí que no lo vamos a tolerar”, concluyó.
