La embajadora de Ecuador en el Reino Unido, Ana Albán, fue llamada a consultas a Quito en relación al caso del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, quien pidió asilo político a Ecuador para evitar su extradición a Suecia y, supuestamente, Estados Unidos, declaró el presidente del país sudamericano, Rafael Correa.
“Estamos llamando para consultas a nuestra embajadora en Londres porque se trata de un caso muy serio, de algo realmente trascendente”, dijo Correa, citado por la cadena Univisión.
Correa señaló que las autoridades ecuatorianas recibieron “una comunicación muy cortés del gobierno inglés con sus puntos de vista” respecto al caso, pero que “finalmente será Ecuador el que en forma soberana tomará la decisión”.
“Vamos a tomar con total prudencia, responsabilidad y seriedad este caso, pero sin aceptar presiones de absolutamente nadie”, prometió el mandatario ecuatoriano.
El pasado 19 de junio, Assange solicitó asilo político a Ecuador. El ministro de Asuntos Exteriores del país, Ricardo Patiño, anunció que Quito estaba estudiando la solicitud y mientras, el australiano permanecería en el territorio de la Misión Diplomática para estar “bajo la protección” del país.
Assange teme que en caso de ser extraditado a Suecia, acabará siendo entregado a EEUU, donde le puede esperar la pena de muerte por cargos de espionaje.
A través de su controvertido portal WikiLeaks, Assange filtró miles de cables diplomáticos secretos de EEUU que contenían, en particular, características poco halagüeñas de muchos líderes mundiales. En total, fueron publicados más de 250.000 de documentos.
En verano de 2010, el periodista fue denunciado en Suecia por violación y otros delitos sexuales. En noviembre de ese mismo año, las autoridades suecas emitieron contra él una orden internacional de búsqueda y captura que motivó su detención en Londres un mes más tarde.
