Las mujeres toman la palabra: tenerlo todo es utopía o realidad para la mujer

© Foto : Mikhail Kharlamov/Marie Claire RussiaSvetlana Kolchik
Svetlana Kolchik - Sputnik Mundo
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“De todos los jefes de las 500 empresas más importantes del mundo según la revista Fortune sólo 18 son mujeres”, escribió Joanna Coles, directora de la revista Marie Claire, en la última edición dedicada plenamente a la carrera.

“De todos los jefes de las 500 empresas más importantes del mundo según la revista Fortune sólo 18 son mujeres”, escribió Joanna Coles, directora de la revista Marie Claire, en la última edición dedicada plenamente a la carrera.

“Menos mal que son sólo 18 y no más, ya que dirigir una empresa es demasiado duro para una mujer”, se me ocurrió la inesperada idea, por la que me matarían feministas fanáticas y aun moderadas.

Claro está que en seguida me arrepentí de mis ideas retrogradas. Sin duda siento un enorme respeto y fascinación por las mujeres que lo consiguen todo, las que saben combinar una carrera estelar y la familia, y muchas otras cosas con las que sueña la mujer del siglo XXI. De hecho, he visto a mujeres que son la personificación del célebre concepto de las heroínas modernas que “lo tienen todo”.

A la edad de unos veinte años, esta noción me atraía mucho. No obstante, mientras avancé en hacerme multi-propósita y multi-proyectora en el trabajo y la vida social, me parecía imposible adecuar una familia con mi vida en una fuga constante. Estaba muy ocupada e impaciente, luchando por anhelos profesionales y alimentándome de adrenalina que me daban mis éxitos y nuevas experiencias apasionantes. Pero en lo más profundo no me sentía satisfecha.

Y ahora, cuando tengo más de treinta años, trato de establecer un orden de prioridades en mi vida profesional para dejar espacio a otros asuntos que son más importantes para mí en la actualidad, y por poco llego a la conclusión de lo más y más irreal, sin decir utopista, resulta ser la lucha por “tenerlo todo”.

Los líderes de movimientos femeninos han promovido este concepto como uno de los mensajes más progresistas y fuertes del siglo pasado. Pero en realidad, ¿acaso la idea tan seductora de “tenerlo todo” nos haga sanas y felices? No me parece. Con esta increíble presión que nos impuso la época de liberación femenina, muchas veces perdemos la concentración, a veces directrices y hasta el impulso. Aun más frustrante es que luchando apasionadamente por “tenerlo todo” o “tener que cumplirlo”, podemos perder los vínculos con lo que realmente somos y queremos.

En Rusia las ideas feministas no tienen importante influencia, o así nos gusta pensarlo. No obstante, aquí encuentro a las mujeres que buscan “tenerlo todo” con más ímpetu que en el Occidente, y a lo mejor ni se dan cuenta de esto. Mientras que una mujer occidental que tiene una carrera podría sin problema delegar una buena parte de tareas a su pareja, la mayoría de las mujeres rusas buscamos ser perfectas en todas las áreas, sea profesional, doméstica o física.

La mítica imagen de una mujer superpotente rusa capaz de cometer hazañas casi herculeanas predomina en la literatura rusa. En los tiempos soviéticos esta idea predominaba en la vida cotidiana, las mujeres cumplían trabajo físico junto con los hombres en fábricas y obras de construcción, mientras que en casa les esperaba otro trabajo: sus hijos y esposos.

Respecto a los hombres, especialmente los más exitosos, en su mayoría son más firmes en su elección. Si optan por investir en su trabajo, no se sienten culpables si están atrasados en otros asuntos. Asimismo los "amos de casa", chicos que optan por vacaciones de paternidad o permanecen en casa, me parecen también más relajados o menos perfeccionistas que muchas amas de casa. A decir verdad, nunca he visto a un chico que se queje de "no tenerlo todo".

Y en cuanto a las mujeres que parecen cumplirlo.... Pues, he visto a unas cuantas en Rusia, una nueva generación de mujeres de negocios ha surgido últimamente. Algunas parecen máquinas dominadas por energía masculina, sobrecargadas de estrés por llevar responsabilidades y tomar decisiones, justo como una experta de la oficina moscovita de una empresa jurídica estadounidense que en una entrevista a la edición rusa de Forbes ha quejado de que ve a sus dos hijos casi siempre por la noche cuando ya duermen. Otras parecen más eufóricas aunque también estresadas e insatisfechas ya que siempre están en una carrera contrarreloj, justo como la protagonista de Sarah Jessica Parker en la reciente comedia sobre una mujer que hace malabarismos para combinar una carrera financiera con dos hijos pequeños en "No sé cómo lo hace".

Según lo he notado, son más felices las mujeres que pueden hacer elecciones incondicionales si hay necesidad, optar por trabajo independiente o por un horario flexible, resignándose ante la imposibilidad de tenerlo todo, por lo menos todo a la vez.

Y las más felices que he visto ni siquiera intentan envolverse en la utopía de "tenerlo todo". Lo hacen todo a su manera peculiar siguiendo sus preferencias instintivas y talento. No tratan de imitar a Angelina Jolie (un súmmum femenino de todo lo perfecto) y no les molesta el hecho de que hasta ahora y a lo mejor nunca consigan lo que podrían conseguir con todas las oportunidades existentes.

Yo misma, siendo perfeccionista por naturaleza, acabo de descubrir una buena alternativa, en vez de conseguir las cosas dejar que pasen por sí solas.

*Svetlana Kolchik es directora adjunta de la edición rusa de la revista Marie Claire. Se graduó de la Universidad Estatal de Moscú, facultad de Periodismo, y la Universidad de Columbia, Escuela de Estudios Avanzados de Periodismo, colaboró para el diario Argumenti I Fakti en Moscú y el USA Today en Washington, con RussiaProfile.org, ediciones rusas de Vogue, Forbes y otras.

LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI

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