El cardenal y arzobispo de Edimburgo, Keith O'Brien, y el arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, máximo jerarca de la Iglesia Anglicana, se pronunciaron contra la legalización del matrimonio homosexual en Reino Unido, informó hoy la agencia KAI.
"No podemos permitir que se apruebe esa desquiciada ley", expresó el cardenal O'Brien.
El término "matrimonio homosexual" no se reconoce oficialmente en Reino Unido, pero a partir de 2005 los gays y lesbianas pueden formar una "asociación civil" que tiene el valor legal del matrimonio.
En otoño pasado, el Gobierno británico procedió a elaborar la respectiva ley y pronto ya comenzarán los debates. El primer ministro, David Cameron, llamó a los diputados del gobernante Partido Conservador a respaldar ese documento.
El cardenal O'Brien instó a rechazar los intentos de un reducido grupo de activistas y miembros del Parlamento de imponer a la sociedad su visión propia del matrimonio. Dijo que el cambiar la definición del matrimonio "por capricho" tendrá consecuencias nefastas para la joven generación y para la sociedad británica en general.
Señaló que las parejas homosexuales ya gozan en Reino Unido de los mismos derechos que las parejas heterosexuales.
El arzobispo de Canterbury, a su vez, recordó que su antecesor, George Carey, calificó el matrimonio homosexual como "vandalismo civilizado".
