La policía de Bosnia y Herzegovina detuvo a ocho musulmanes sospechosos de crímenes de guerra cometidos contra la población serbia y croata de la ciudad de Hadzici durante el conflicto de 1992-1995, informó la Fiscalía del país balcánico.
Según la entidad, los detenidos son presuntos autores de torturas y vejaciones a numerosos civiles y presos militares serbios y croatas retenidos ilegalmente en varios campos de concentración de la antigua provincia yugoslava.
Los retenidos en estos centros fueron privados del derecho a un juicio justo y obligados a realizar trabajos forzados. El trato inhumano causó la muerte a muchas de las víctimas de los detenidos, indicó la Fiscalía.
Uno de los presuntos criminales de guerra, Mustafa Dzelilovic, ejerció como alcalde de Hadzici y dirigió el gabinete de crisis durante ese período. El resto de los detenidos son antiguos policías, efectivos del Ejército de Bosnia y Herzegovina o empleados de centros de concentración.
Se trata de una segunda detención de sospechosos de crímenes de guerra en lo que va de mes en el país balcánico. Recientemente, la policía detuvo a varias personas de distintas etnias supuestamente implicadas en delitos de lesa humanidad.
Bosnia y Herzegovina proclamó su independencia de la antigua Yugoslavia en 1992, tras lo cual se convirtió en escenario de un violento conflicto étnico que involucró a bosnios, serbios y croatas.
La guerra, que duró hasta 1995, costó la vida a unas 100.000 personas, en su mayoría musulmanes bosnios, en un país que tenía alrededor de cuatro millones de habitantes antes del inicio del conflicto.
