El festival 'Madrecita Rusia', organizado por el Gobierno de la ciudad de Buenos Aires y el consejo coordinador de la comunidad rusa en la Argentina con el apoyo de la embajada de Rusia, se desarrolló el domingo pasado en la capital argentina, comunicó hoy el corresponsal de RIA Novosti.
A un centenar de metros del palacio presidencial Casa Rosada, en la Plaza de Mayo, fue construido un tablado en que, a pesar del calor de 30º actuaron durante cinco horas a cielo abierto unas 40 colectividades artísticas de diversas ciudades del país. Buenos Aires estuvo representado por varios clubes, incluidos unos que llevan los nombres de los escritores clásicos rusos: Pushkin, Belinski, Maiakovski y Gorki.
Miles de habitantes de Buenos Aires y turistas pudieron ver danzas de los pueblos de la desaparecida Unión Soviética y escuchar canciones rusas interpretadas por unos 300 aficionados.
Hasta muy tarde estuvo abierta una feria en que se podía probar platos de la cocina rusa, tomar bebidas tradiciones rusas y adquirir obsequios típicos de Rusia.
El embajador de Rusia, Victor Coronelli, que acaba de entregar sus credenciales al presidente de la Argentina, dijo a RIA Novosti que le impresionó mucho la maestría artística de las colectividades que actuaron en el festival.
En la Argentina vive la mayor comunidad rusa en América Latina. Los primeros inmigrantes rusos llegaron a finales del siglo XIX. Después hubo otras olas migratorias. Hace cien años, los oriundos del Imperio Ruso constituían un 5% de la población del país. En la Argentina se instalaron unos descendientes del canciller ruso Alexandr Gorchakov y de los príncipes Volkonski, así como marineros del famoso acorazado “Potiomkin”. Dos terceras partes de los emigrados de Rusia y la Unión Soviética se asimilaron casi por completo en la Argentina. Muchos hasta olvidaron su idioma natal.
