Al menos 17 personas murieron y 54 recibieron heridas en la capital de Yemen, Sana, a raíz de abrir fuego del Ejército contra un campamento de manifestantes, comunicaron este sábado unos portavoces de la salud pública yemeni.
Las tiendas de campaña de los manifestantes fueron atacadas la noche pasada con empleo de morteros y francotiradores, informó un representante de la oposición del país a la agencia Reuters.
El Ejército empleó fuerza pasadas horas contadas desde que el presidente de Yemen, Ali Abdalá Saleh, había lanzado un llamamiento a la reconciliación nacional.
Según el médico Mohammed al-Qubati de un hospital de campo, también fue atacada la mezquita en que se ubica ese hospital.
Las autoridades de Yemen, en nombre del presidente Ali Abdalá Saleh que regresó ayer al país, exhortaron a todos los partidos políticos y a los militares a cesar el fuego.
“Para el presidente no existe otra salida de la crisis que un diálogo y unas negociaciones orientadas al cese del derramamiento de sangre y el logro del orden público”, decía la declaración emitida por las autoridades.
Ali Abdalá Saleh regresó a la patria la víspera después de la estancia de más de tres meses en Arabia Saudita, donde fue sometido a un tratamiento y pasó un curso de rehabilitación tras haber recibido heridas y quemaduras en un atentado contra su residencia en junio pasado.
Desde febrero pasado en Yemen se desarrollan protestas antigubernamentales, que se intensificaron mucho a mediados de marzo. Sus participantes exigen reformas y la dimisión del presidente Saleh. Las fuerzas de seguridad emplean armas de fuego para disolver las protestas. Según medios noticiosos, centenares de personas perecieron en el país desde que comenzaron las conmociones.
