El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se mostró “indignado” por la ola de violencia en Afganistán desatada tras la profanación del Corán por parte del pastor estadounidense, Terry Jones, según un comunicado difundido por la Casa Blanca.
“La profanación de cualquier texto sagrado, incluido el Corán, es un acto de intolerancia y fanatismo. Pero atacar y asesinar a personas inocentes en respuesta es un hecho indignante, que contradice la decencia y la dignidad del ser humano”, dice la nota.
La actuación del pastor de una iglesia de Florida (EEUU), quien el pasado 20 de marzo quemó un ejemplar del libro sagrado de musulmanes en presencia de medio centenar de personas, provocó una ola de protestas violentas en Afganistán, a consecuencia de la cual once personas murieron el viernes, entre ellas siete empleados de la ONU.
Además, al menos diez personas fallecieron y otras 78 resultaron heridas la víspera en nuevas manifestaciones en la ciudad afgana de Kandahar.
Mientras, el propio Terry Jones declaró que no siente responsabilidad por los sucesos en Afganistán y cree que lo que ocurre en Kandahar solamente corrobora la importante presencia de “elementos radicales” en el Islam.
Además, el reverendo anunció la convocatoria de una marcha antiislámica frente a la mezquita de Dearborn, la más grande de EEUU, a celebrarse el próximo 22 de abril.
