Un Boeing 777 con 241 pasajeros a bordo que cubría la ruta Chicago-Frankfurt tuvo que aterrizar de emergencia en Canadá tras derramar el piloto una taza de café sobre el panel de instrumentos que empezó a transmitir la señal de secuestro, comunicaron hoy agencias.
La aerolínea estadounidense United Airlines, propietaria del avión, comentó que el piloto no se arriesgó a cruzar el Atlántico y aterrizó en Toronto (Canadá) por problemas de comunicación.
La Dirección de Transporte de Canadá informó por su parte que el equipo de comunicación del avión sufrió un desperfecto por el café derramado y empezó a transmitir la señal de secuestro del avión.
El departamento militar canadiense fue informado inmediatamente del "secuestro", pero los representantes de la United Airlines lograron comunicarse a tiempo con los militares y explicarles la situación.
Finalmente, el Boeing tuvo que regresar a Chicago, de donde había despegado el lunes, y partir al día siguiente a Frankfurt.
