Científicos de la Universidad de París, al estudiar la composición química del cabello de más de dos mil personas de intelecto y condición social diversos, descubrieron que la cabellera de los intelectuales tiene más alto contenido de zinc y cobre, informó hoy Komsomólskaya Pravda.
Es sabido que el consumo de los víveres ricos en esos elementos mejora la actividad del cerebro, la memoria y el estado de los vasos sanguíneos. El zinc y el cobre se encuentran en grandes cantidades en mariscos, carne de res magra, nueces y semillas de calabaza.
Los médicos de Finlandia lograron reducir casi el 50% los fallecimientos por las enfermedades del corazón, tras descubrir que en el cabello de los pacientes que sufrieron infarto escaseaba selenio.
La doctora suiza Gretha Baumann afirma que unas manipulaciones sencillas con el cabello ayudan a disminuir la tensión. El pelo recogido en un moño en la nuca permite reconcentrarse mejor, y hecho una trenza, recuperar la tranquilidad.
Tras sufrir una enfermedad es mejor cortar el cabello, que acumula información y guarda el recuerdo de los problemas del individuo.
