Moscú, 30 de agosto, RIA Novosti. El presidente de EEUU, Barack Obama, no presta atención a quienes lo pintan como adepto de la fe islámica por apoyar el proyecto de construcción de una mezquita cerca del lugar en que estaban las torres gemelas destruidas por el atentado del 11 de septiembre, informó hoy BaltInfo.ru.
La vida después del 11 de septiembre. Infografía 
"No quiero perder tiempo en preocuparme de ese asunto. Difícilmente lograría mucho si me dedicara a responder a todo tipo de rumores", dijo Obama cuando le pidieron comentar los resultados de un sondeo, según el cual uno de cada cinco estadounidenses tras conocer su respaldo a ese proyecto llegó a creer que el presidente del país profesa el islamismo.
Cuando los resultados del sondeo se dieron a conocer al amplio público, un portavoz de la Casa Blanca hasta tuvo que hacer la declaración de que el presidente del país es un cristiano y reza todos los días.
El propio Obama dijo que las pesquisas aportan tales resultados por estar mal informada la gente o porque no sabe interpretar correctamente la información.
En cuanto al proyecto de construir la mezquita, el presidente señaló: "Si podemos edificar en este lugar una iglesia cristiana, una sinagoga o un tempo hindú, no tenemos derecho a mostrar una actitud diferente hacia los musulmanes que también son ciudadanes de EEUU. Mi deber como presidente consiste en velar por la observancia de nuestra Constitución", subrayó.
Obama puntualizó que no defiende un proyecto concreto, sino que vela por el cumplimiento de la Ley Fundamental del país.
Según BaltInfo.ru, durante el sondeo en cuestión, el 18% de los estadounidenses respondieron que Obama es un musulmán. En marzo del año pasado, tal parecer fue expresado por el 11% de los respondientes. Pero al mismo tiempo el 43% de los interrogados dijeron no saber de qué confesión es el presidente.
El abuelo y el padre de Obama eran musulmanes. El propio Barack pasó la mayor parte de la infancia en Indonesia.
El promotor de la idea de construir un centro cultural islámico directamente en el epicentro de la explosión, o en la" zona cero" como la llaman los propios estadounidenses, Feisal Abdul Rauf, afirma que la mezquita será símbolo del rechazo al terrorismo por los musulmanes.
Pero sus opositores creen que se trata de un plan secreto de erigir una especie de monumento a los terroristas. Máxime que la mezquita se inauguraría pasados exactamente 10 años desde los atentados del 11 de septiembre de 2001.
