Moscú, 18 de agosto, RIA Novosti. Moscú elevó una protesta a Rumania a raíz de la expulsión de un diplomático ruso de ese país y se reserva el derecho de tomar medidas de respuesta, declaró hoy el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia a través de un comunicado.
El Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB) informó el lunes haber detenido bajo sospecha de espionaje al primer secretario de la Embajada de Rumania en Moscú, Gabriel Grecu. El diplomático fue declarado persona no grata en Rusia y debía abandonar el país en 48 horas.
Poco después, las autoridades de Rumania declararon persona no grata a un diplomático ruso que trabajaba en Bucarest con lo que también debía abandonar el país en 48 horas.
A diferencia del diplomático rumano, que fue sorprendido in fraganti y llevaba dispositivos para espionaje, el diplomático ruso no estuvo implicado en actividades que pudieran justificar su expulsión.
"Moscú considera que el proceder de Bucarest perjudica las relaciones ruso-rumanas y que la parte rumana será la responsable de las posibles consecuencias", indica el comunicado de la cancillería rusa.
