Moscú, 2 de agosto, RIA Novosti. El número de muertos a causa de incendios forestales en Rusia ascendió a 34 personas, informó hoy el jefe del Centro Nacional de Gestión de Situaciones de Crisis dependiente del Ministerio de Emergencias, Vladímir Stepánov.
Horas antes, las autoridades reportaron sobre 30 muertos.
"En las últimas 24 horas salvamos del fuego 265 localidades y prevenimos la propagación de incendios a vivienda y la muerte de personas", comunicó Stepánov.
Actualmente, a causa de los incendios forestales en 14 regiones de Rusia se impuso el estado de emergencia.
En esas regiones, la guardia forestal, la policía y el ejército patrullan los bosques y parques naturales, cerrados al público y los
infractores pueden ser multados o procesados si son sorprendidos encendiendo fogatas.
El Ministerio de Emergencias informó que aumentó en diez veces el número de efectivos que participan en labores de extinción de incendios.
Entre tanto, aviones anfibios BE-200 y helicópteros Mi-8 y Mi-6 con cisternas ayudan a más de mil bomberos que combaten incendios de bosques y turberas en distritos vecinos a Moscú.
En esas zonas han sido declarados incendios en bosques, pastizales y yacimientos de turba que son los más difíciles de apagar porque arden en el subsuelo y requieren más recursos, indicó un portavoz del ministerio.
La turba, combustible natural, arde incluso hasta a diez metros de profundidad, puede propagarse por el subsuelo a grandes distancias y aflorar a la superficie donde menos se espera.
Además, para extinguir un metro cuadrado de turba en combustión se requiere un volumen de agua diez veces superior al necesario para apagar la misma superficie de un bosque de coníferas ardiendo.
Con 886,5 millones de hectáreas de bosques y reservas de madera estimadas en 80.700 millones de metros cúbicos, Rusia es uno de los países con los bosques más extensos del planeta.
Por otra parte, en Moscú la situación ecológica empeora porque el humo, producto de los incendios forestales, invade los barrios moscovitas favorecido por la falta de lluvia y los vientos que soplan hacia la urbe.
Según expertos, las temperaturas el último mes, que sobrepasan los 30 grados centígrados, han formado sobre la ciudad un frente atmosférico de contención que favorece la concentración del humo, cuya dispersión será posible si llueve o soplan vientos más fuertes.
