Moscú, 12 de mayo, RIA Novosti. Las inyecciones de botox, popular tratamiento para ocultar señales de vejez, pueden provocar más arrugas, según reveló una investigación realizada por científicos estadounidenses, escribió la revista Cosmetic Dermatology.
Según las afirmaciones de Dr. David Becker, del Centro Médico Weill Cornell de Nueva York, mientras que unos músculos permanecen paralizados con el botox, otros pueden contraerse, lo que provocará aún más arrugas.
"La parálisis de ciertos grupos de músculos puede activar otro grupo, que no fue inyectado con botox, lo que impulsa una actividad más intensa en las zonas adyacentes bloqueadas", dijo Becker, citado por la revista.
El botox se produce de la toxina botulínica, elaborada por la bacteria Clostridium botulinum. Se inyecta en la piel para relajar los músculos faciales con el fin del tratamiento estético de arrugas. El resultado tiene una duración de entre 3 y 6 meses.