Moscú, 27 de abril, RIA Novosti. Una mujer musulmana residente en la ciudad francesa de Nantes que manejaba su auto con el velo burka puesto fue parada por la policía vial y multada por 22 euros, informaron unos medios.
Las reglas de tráfico francesas no prescriben, por supuesto, multar a quienes visten ropa tradicional musulmana al manejar. Pero dicen que ningún objeto debe restringir la visibilidad para quien está al timón. El policía que hizo pararse a la mujer consideró que ese era el caso. El Departamento de la Policía Vial se puso del lado de su efectivo.
La mujer, indignada porque la hicieron descubrir el rostro, denunció ser víctima de una arbitrariedad y discriminación. Los numerosos comentarios de ese suceso dentro de un par de días se transformaron en acalorados debates, porque se averiguó que el marido de ella es un polígamo, convive con cuatro mujeres, de las que tiene 12 hijos. Además, todas esas mujeres tienen estatuto de madre sola y como tales reciben un subsidio del Estado francés. El propio titular del Interior de Francia, Brice Hortefeux, tuvo que interceder en el asunto. El ministro declaró que si esa información se confirma, a ese hombre oriundo de Argelia lo pueden privar de la ciudadanía francesa.
La prensa comentó que la legislación de Francia prescribe aplicar tal medida en los casos de lucha contra el terrorismo.
