Moscú, 19 de enero, RIA Novosti. La helada más fuerte en los últimos 20 años que sorprendió Moscú la noche al 19 de enero,víspera de la Epifanía, o el Bautismo del Señor, no impidió a 30.000 creyentes darse un chapuzón en aguas gélidas de ríos y lagos capitalinos, durante una de las fiesta religiosas más importantes de la Iglesia Ortodoxa Rusa.
Con motivo de la festividad, a partir de la noche de ayer, y durante todo el día de hoy, 265 socorristas y médicos con ambulancias del Ministerio ruso de Emergencias vigilan las orillas de los ríos y lagos de Moscú donde creyentes, ancianos, mujeres e incluso niños, acuden para practican el rito de la ablución bajo temperaturas de 25 grados negativos.
Los servicios de asistencia pública están preparados tanto para garantizar calentamiento de locales como para actuar en condiciones de emergencias.
El frío extremo obligó a muchos automovilistas a viajar por la ciudad en metro, ya que no consiguen poner en marcha sus coches extranjeros fabricados para condiciones atmosféricas más moderadas.
Por su parte, los escolares que por el frío, pueden oficialmente faltar a las clases, son probablemente los únicos que saludan con júbilo está esta helada anómala que en algunas partes de Rusia descendió a 35 grados bajo cero.
La semana próxima, las temperaturas en la región seguirán bajas, así que el invierno de 2010 se podrá inscribir en los anales meteorológicos entre los más gélidos, afirman expertos.
